El chófer polaco que quedó atrapado ayer con su camión en una pista de Laza pasó más de 24 horas a la espera de que se pudiese desatascar el vehículo. Una operación que resultó más complicada en las últimas horas a causa de la nieve.
El camionero permaneció buena parte de este tiempo en la cabina. Protección Civil le mantuvo informado del operativo, poniendo a su disposición comida y agua. El vehículo estuvo atascado desde ayer al mediodía hasta aproximadamente las 14.00 horas de hoy. El tráiler finalmente ha sido apartado hacia una explanada que hay en el pueblo de Toro. No puede reiniciar la marcha aún porque tiene dos neumáticos de destrozados.
La tecnología jugó una mala pasada ayer a este transportista, que se quedó atascado en una carretera local de Laza con el ancho justo para que transiten turismos. El navegador GPS le guió por un paso demasiado estrecho. Su tráiler, con matrícula de su país, quedó embarrancado en una curva angosta de la OU-1052, en el kilómetro 4 de una pista asfaltada que une las aldeas de Cerdedelo y Toro, en el municipio ourensano de Laza. La empresa de una grúa de gran tonelaje decidió posponer hasta esta mañana las labores de rescate del vehículo. La Guardia Civil ofreció al chófer su traslado a Laza, pero prefirió pernoctar en la cabina del camión.
Ocurrió a las 12 horas de este lunes. Los ejes del semirremolque chocaron contra el muro de protección y por escasos centímetros no se precipitó por un desnivel, porque las ruedas quedaron colgadas de un puente. La cabina, pegada a la pared de la cuneta. A pesar de las maniobras que realizó para tratar de situar el vehículo sobre la calzada, no lo consiguió y, ante el temor de que se deslizara, decidió parar y avisar a la Guardia Civil.
El chófer polaco venía de descargar materiales de construcción en una de las empresas que realizan trabajos en las obras del AVE. Activó el GPS para tratar de llegar a Laza y, desde allí, dirigirse a Verín donde pretendía coger la autovía A-52. Pero el navegador lo condujo por una carretera conocida como "A Pista de Marroquí", una vía de montaña con un ancho que, en algunos tramos, no supera los tres metros y que tiene curvas con un radio muy reducido.
