El Concello de Sober recibió esta semana la visita de 26 alumnos y 4 maestres del IES O Ribeiro, de Ribadavia, que, por segundo año consecutivo, realizaron prácticas de poda en el viñedo experimental que el gobierno municipal tiene en Os Chancís. Los jóvenes llevaron a cabo labores propias de la poda de invierno, denominada "poda a cotón o pulgar" en los sistemas de formación en vaso y cordón, y volverán a Sober en el mes de mayo para hacer prácticas en injertos.

Una de las maestras relata que se trata de una actividad "muy interesante" para el alumnado, más habituado a realizar poda guyot, diferente a la que estos días llevaron a cabo en el viñedo experimental. También guardaron varas podadas para volver en el mes de mayo y poder injertarlas en los bravos de los socalcos. En concreto, harán injertos de herbácea leñosa y verde-verde.

Precisamente, los alumnos forman parte del ciclo medio de aceites de oliva y vinos y del ciclo superior de vitivinicultura, todos ellos del módulo de viticultura del IES de Ribadavia.

Cabe destacar que el Concello de Sober obtuvo un acuerdo de colaboración con el IES O Ribeiro en 2017 para que los alumnos puedan desarrollar sus practicas relacionadas con la viticultura en el viñedo experimental de Os Chancís, de propiedad municipal.

El alcalde, Luis Fernández Guitián, agradece este convenio que permite cumplir con uno de los objetivos esenciales del viñedo y que sirva así como un espacio experimental en el que practicar y del que "obtener interesantes resultados sobre nuestras variedades vitivinícolas".

Por su parte, el profesorado valora la experiencia como "muy positiva" e "interesante" para los alumnos, puesto que los sistemas de conducción y poda son muy diferentes con respecto a los que existen en O Ribeiro, de donde proceden los alumnos. A éstos se le acerca así a la viticultura heroica con la visita a una de las zonas con mayor pendiente de la Ribeira Sacra, Os Chancís, donde el paisaje es un espectáculo para todo lo que la descubre.

Los alumnos que trabajan en Os Chancís, acondicionado por un obradoiro municipal, se ocupan de las tareas más técnicas. A partir de ahora y hasta mayo será la auxiliar de viticultura con la que cuenta el Concello la que hará los tratamientos fitosanitarios correspondientes y las labores de mantenimiento. En mayo volverán a Sober para seguir con sus prácticas y hacer los injertos.