Un ourensano de 38 años que carecía de antecedentes fue detenido por la Policía Nacional y -antes de quedar en libertad- reconoció en la comisaría que había rayado un vehículo porque ocupaba dos plazas y él no encontraba sitio para dejar el suyo. La perjudicada aportó una factura de la reparación que cifra los desperfectos en 2.500 euros.

Al detenido se le atribuye la autoría de un delito de daños. El 25 de enero, la perjudicada acudió a comisaría para denunciar los destrozo que sufrió en su coche esa mañana. Lo dejó aparcado en Los Rosales, cerca del CHUO, mientras estaba trabajando. Al regresar vio toda la carrocería rayada y que había una "X" en la puerta del conductor.