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El secretario de comisaría citado por el robo de armas ratifica que uno de los gemelos tenía llave

El inspector jefe, investigado en una causa paralela, fue descartado como sospechoso de la sustracción por la magistrada que atribuye a los hermanos el crimen de un compañero

Comisaria de la Policía Nacional en Ourense. // Iñaki Osorio

Dos jueces, dos causas separadas, investigados distintos. Pese a la detención de dos policías gemelos de Ourense por el presunto homicidio de un compañero, los anónimos y el robo de armas -son 7 los delitos que la juez Eva Armesto les imputa-, el magistrado Leonardo Álvarez interrogó ayer al secretario de comisaría en el caso paralelo que mantiene abierto sobre la sustracción de las pistolas del búnker. El inspector jefe J. M. S. R., superior directo del armero, asegura que siguió el protocolo cuando, al igual que el comisario, tuvo conocimiento del robo de boca del encargado de la sala, E. A. V., que también figura como investigado en la causa bis (ambos habían comparecido ya en calidad de testigos en diciembre de 2015). Uno de los gemelos, Bernardo D. L. -el exjefe de prensa y exdelegado de formación-, tenía acceso al cajetín con la llave del búnker, como ayer ratificó el secretario. Cuando desaparecieron las primeras en 2014, J. M. S. R. estaba de vacaciones y el gemelo, que se encargó de la información reservada -averiguación interna-, ejercía como secretario en funciones. La defensa de Bernardo y Roi recalca que el primero solo tuvo la llave unos días para hacer la pesquisa interna.

La llave es uno de los indicios que la magistrada Eva Armesto señala en el auto que acordó la entrada y registro de los domicilios de los hermanos policías tras su detención. La titular de Instrucción 3 atribuye delito de robo con fuerza y tenencia ilícita a los hermanos vinculándolo con el anónimo remitido a Asuntos Internos en noviembre de 2014, y presuntamente elaborado por ellos, en el que ya se aludía a la sustracción de 6 armas pese a que el armero y el secretario no tuvieron constancia de la desaparición de las 3 últimas hasta febrero de 2015, como ayer confirmó J. M. S. R. en el caso paralelo.

"El envío por parte de Roi y Bernardo de los anónimos desde noviembre de 2014 a febrero de 2015", según expuso Armesto en el auto, "permite inferir la participación en la sustracción de las 6 armas, dado que solo había detectado la ausencia de 3 el 18 de agosto de 2014, sin que pudieran tener conocimiento en noviembre de 2014 de la ausencia de las pistolas HK reglamentarias que se detectó en febrero de 2015, salvo que hubieran participado en la comisión del hecho".

El secretario recordó ayer que Bernardo tenía acceso a un cajetín en el que se guardan, entre otras, las llaves del depósito de armas. La juez Armesto veía "contradictorias" las declaraciones que este gemelo dio sobre las llaves, negando haberlas tenido cuando consta la entrega de un sobre con una copia en septiembre de 2014 (la defensa asegura que fue anterior a esa fecha). La Policía Científica determinó que el ADN hallado en la llave y en el llavero que a su vez estaban dentro del cajetín cerrado pertenecían a Celso B. A., compañero de Bernardo, presunto implicado junto a los gemelos en la trama de los anónimos y las armas, y que apareció muerto en abril de 2016 de un tiro en la sien, por un posible homicidio que la magistrada atribuye a ambos, restando veracidad al correo autoinculpatorio del fallecido. Armesto cree que los hermanos abrieron el cajetín con la llave del armero, "que fue sustraída o copiada por los investigados, que participaron con Celso en la sustracción que después relatan en los escritos remitidos a Asuntos Internos".

A esos indicios contra los gemelos por el robo de armas se añade el hallazgo de 3 de las pistolas en el despacho del fallecido (una estaba en un archivador, otra en un cajón de la mesa auxiliar, cerrada con llave, y de la tercera salió la bala que acabó con la vida del agente), así como que el ADN ajeno al muerto hallado en el arma del disparo puede coincidir "con familiares dentro del tercer o cuarto grado de los investigados, lo que permite inferir la ubicación en el domicilio familiar de la misma", según la valoración de la magistrada. La defensa de Roi y Bernardo mantiene que hay informes para sostener un suicidio, y que el único ADN en las llaves es de Celso. "Tenía acceso al armero, a veces participaba en el recuento, y el robo pudo ser cometido por una sola persona", aduce.

Injuriado en los anónimos

Mientras se casan las piezas, dos policías distintos a los principales sospechosos siguen investigados. Se da la paradoja de que además, eran unos de los señalados en falso en los anónimos, que para la juez Armesto pueden constituir delito de calumnias e injurias o, alternativamente, simulación de delito o denuncia falsa. En noviembre declaró como investigado ante Leonardo Álvarez el responsable del búnker, E. A. V. Dijo que informó a su superior, el secretario, sobre la desaparición de tres pistolas en agosto de 2014 y de otras tres en febrero de 2015. Las filtraciones culpaban al armero de entregar las armas al exjefe antidroga, entre una serie de hechos de corrupción policial que fueron descartados por el juez pasados los meses, pero de los que el instructor y Asuntos Internos se fiaron hasta el punto de que 13 agentes llegaron a tener el teléfono pinchado. En el anónimo remitido a los medios en febrero de 2015 que denunciaba un supuesto tráfico ilegal de armas, se acusaba al secretario general de mirar hacia otro lado.

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