Los escolares de la provincia quieren que todos los días sean 30 de enero. Es la fecha reconocida por la Unesco desde 1993, aunque se celebra desde 1964, en la que los niños reivindican tolerancia, solidaridad y respeto a los derechos humanos. A través de la poesía, música y recreaciones del símbolo de la paz, los escolares ourensanos lanzaron este mensaje alto y claro.

En el colegio Santo Ángel de la capital, por ejemplo, los alumnos utilizaron platos de plástico para dibujar en el suelo del patio un símbolo gigante de la paz y con sus manos dieron forma a un corazón. Los alumnos del Divina Pastora utilizaron tapones de plástico para escribir palabras alusivas como alegría, amor, solidaridad, perdón o paciencia y las mostraron en el patio, donde se reunió toda la comunidad educativa. Maristas reunió a 1.200 alumnos y profesores en el polideportivo, donde cada clase expuso su compromiso en un mural

Asimismo, 35 alumnos del colegio Miraflores, de Pereiro, visitaron la Diputación.