La defensa por una sanidad pública movilizó ayer a la ciudadanía ourensana y representantes políticos del PSOE, BNG y En Marea en tres puntos de la provincia. Centenares de personas en Ourense, Verín y O Barco salieron a la calle y se colocaron tras las pancartas para mostrar su rechazo a la reforma de la ley gallega de salud y contra los recortes en personal, camas y servicios. La concentración más numerosa tuvo lugar en la Praza Maior de la capital de As Burgas, abarrotada de gente con un mensaje claro: "La sanidad no se vende, se defiende".

Así concluyó el manifiesto leído por Anxo Pérez Carballo, portavoz de la plataforma SOS Sanidade Pública que convocó actos de protesta en diferentes puntos de la geografía gallega. Esta movilización es un anticipo a la manifestación programada para el día 4 en Santiago que se espera multitudinaria: "Existen motivos suficientes para que acudamos todos", señalaron los convocantes.

Pero no sólo por motivos que afectan a la gestión sanitaria en el ámbito gallego, sino por los propios, "que lastran nuestra sanidad pública provincial", indicó el portavoz. Aludió al "retraso de muchos años" en la reforma del CHUO y la privatización de servicios como el mantenimiento, la limpieza o la seguridad. Asimismo, la plataforma criticó que, a pesar de la apertura de la nueva área de hospitalización, "Ourense sigue perdiendo camas". En este sentido, los convocantes aplaudieron el compromiso de la junta de personal del CHUO y mostraron su solidaridad con los trabajadores que permanecieron una semana encerrados contra los recortes de personal y camas estructurales. Del mismo modo, mostraron su apoyo a las empleadas del servicio de limpieza, que han anunciado una huelga indefinida por sobrecarga de trabajo a partir del 5 de febrero.

Los "colapsos y las esperas en Urgencias", la pérdida de atención las 24 horas del día en cirugía pediátrica, la "eliminación de las gerencias de atención primaria" y la pérdida de autonomía de los hospitales de Verín y Valdeorras centraron la protesta, que se acompañó de peticiones de "dimisión" para Feijóo coreadas por los manifestantes y pancartas alusivas a los recortes, la defensa de la "dignidad" de la sanidad pública y contra el desmantelamiento de servicios en el hospital de Verín, entre otras.

"De poco nos valen los avances tecnológicos que se van a implementar en el nuevo hospital si en la puerta tenemos colas, camas en los pasillos, pacientes maltratados y profesionales quemados", señaló la plataforma.

En la misma línea se pronunció la diputada socialista Noela Blanco, que preguntó en el pleno del Parlamento por la reducción de camas en el nuevo hospital y denunció la "merma continua de la calidad" en el servicio.