Un vigilante de seguridad se llevó una desagradable sorpresa y se preocupó cuando, ayer por la mañana, encontró una caja con lo que parecían órganos depositada sobre una papelera próxima a la puerta del servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). El trabajador alertó a los responsables y se emitió un aviso a la comisaría. Agentes de la brigada de Policía Científica hicieron una inspección ocular en el lugar y constataron que se trataba de unos pulmones de cerdo.

Los órganos del animal fueron utilizados para un curso sanitario impartido en el centro, y depositados de forma inadecuada en la papelera del exterior de las urgencias, en lugar de en un depósito para la gestión de este tipo de residuos. La dirección del CHUO se desvincula de los hechos y, sin precisar qué persona cometió el error, asegura que los restos fueron desechados por "personal ajeno" al hospital. "Desde el hospital se cumple escrupulosamente la normativa de gestión y retirada de residuos. De hecho, el aviso a la policía lo dio el hospital", detalló una portavoz.

Fuentes consultadas apuntaron a la posibilidad de que la persona que dejó en una papelera corriente los órganos de cerdo usados en el curso pueda afrontar una sanción de tipo administrativa por incumplir la gestión de residuos.