La decisión está tomada. El comité de empresa de Ecourense, adjudicataria del servicio municipal de Limpieza y Recogida de Basura, fija para el 5 de febrero el inicio de una huelga indefinida, después de que en la asamblea que celebraron los trabajadores el 95% de los mismos decidiesen su convocatoria. A finales de 2010, con el gobierno bipartito, se convocó otra huelga que duró cinco días. El argumento es que después de año y medio negociando, incluso con un mediador solicitado al Consello de Relacións Laboráis, "nos fue imposible llegar a un acuerdo entre las partes".

Los representantes de los trabajadores, afiliados a cinco sindicatos diferentes, aseguran verse "abocados" a ira a la huelga por la postura adoptada por los responsables de Ecourense, y aludir a que desde un principio no habían mostrado demasiado interés a que se llegase a un acuerdo. Un recorrido que se inicia en 2016, después de "muchas excusas" por parte de la empresa, como señala uno de los miembros del comité de empresa.

Con la llegada de un mediador, todo parecía que podría cambiar, pero después de diez reuniones presentó un propuesta que "consideramos asumible", pero que no fe aceptada por la empresa, provocando un primer bloqueo. Fue en octubre de 2017 cuando se retoman las negociaciones, y en la primera reunión surgen los problemas.

Por parte de los directivos de la adjudicataria del servicio de Limpieza se plantea que debido a los problemas económicos que la empresa tiene con el Concello, relacionados con el pago de facturas, "se niegan rotundamente a negociar absolutamente nada", incluso trasladan al comité de empresa que "podrán practicar un descuelgue salarial y una reducción de plantilla, según el Estatuto de los Trabajadores", revelan en un comunicado elaborado por los sindicatos con representación.

Así las cosas, los representantes de los trabajadores mantienen una reunión con responsables del Concello, que les comunican que están al corriente de los pagos, con excepción de los descuentos que le fueron aplicados por los incumplimientos de la empresa en lo que se refiere al pliego de condiciones técnicas.

Con posterioridad, se produce una reunión con los representantes de Ecourense, el pasado 18 de enero, sin que se llegue a ningún acuerdo, aunque en la misma proponen al comité un incremento por debajo del IPC, ligado a las bajas por enfermedad, que estaría en un 17%, con unas 30 personas afectadas, no entrando a negociar ninguna de las propuestas planteadas en la plataforma.

Sobre esta cuestión, por parte del comité de empresa se plasma en un comunicado que las demandas presentadas pasan por un incremento del IPC que el Concello el aplica todos los años a Ecourense en función de lo que está estipulado en el pliego, así como desbloquear la congelación de los pluses que, según aseguran, "se vienen arrastrando por motivo de la crisis desde 2012".

También plantean recuperar el sistema de antigüedades y otras reivindicaciones de carácter social y laboral recogidas en la mayoría de los convenios del sector, y que por parte de la empresa se negaron a negociar desde un principio. De ahí que consideren ajustadas sus demandas, sobre todo después de que "durante la crisis asumimos una congelación, y ahora es el momento de que recuperar poder adquisitivo", aseguran.