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El servicio de bus cae a los 7,5 millones de viajeros, casi un 1,5 % menos que en 2016

La renovación de la flota, con vehículos que superan los 12 años, y la mejora de líneas son inviables mientras no se renueve la concesión actual, que caducó en mayo de 2015

La situación que vive el servicio urbano de autobuses, que cumplirá en mayo tres años con una adjudicación caducada y por lo tanto en precario, impide hasta que se convoque un nuevo concurso renovar los autobuses más envejecidos, que superan los 12 años de rodaje casi ininterrumpido los 365 días del año, o introducir nuevos servicios para adaptarse a una realidad urbana cambiante. Esto a ha empezado a hacer mella y por primera vez el número de viajeros se sitúa en los 7,5 millones de usurarios en 2017, casi un 1,5 por ciento menos que el año anterior, según fuentes próximas al Concello de Ourense.

Dos buses ardieron

Uno de los motivos por los que tanto la oposición como los colectivos vecinales urgen al Concello que agilice la renovación del concurso es la introducción de nuevos modelos de autobuses, pues a pesar de las continuas labores de inspección que lleva a cabo la actual concesionaria para garantizar todos los parámetros de calidad en diciembre de 2016 y en mayo de 2017 se produjeron sendos incendios de vehículos, que se saldaron sin daños personales.

Los datos indican además que el perfil medio del viajero es de personas de avanzada edad, pues el 60% de los mismos son pensionistas. La razón es que no disponen de vehículo propio y que todos aquellos jubilados que tienen pensiones que no superen un 1,5 el salario del IPREM pueden viajar gratis en los autobuses urbanos. Y esta modalidad de viajeros es legión en la provincia con las pensiones más bajas de España. También viajan gratis los parados de larga duración.

Pero la situación progresiva del deterioro de los autobuses de Ourense, que la actual concesionaria consigue mantener en estado digno con especial esfuerzo y continuas inspecciones técnicas, se une la situación de ilegalidad de 11 autobuses de la flota, que incumplen la Ley de Derechos de Personas con Discapacidad. Esta ley daba a los concellos hasta el 31 de diciembre pasado como plazo para instalar rampas elevadoras que faciliten el de acceso para personas con minusvalías en todos los servicios públicos de viajeros. La Valedora do Pobo fue la encargada de advertir el pasado año a los concellos de la situación de su flota urbana y de los plazos para subsanarlos.

La Federación de Asociaciones de Vecinos Limiar, así como la Agrupación de Vecinos del Rural "Miño" han presentado sus propuestas para exigir nuevas líneas, paradas y sobre todo que se potencien conexiones directas desde la periferia con los nuevos servicios.

A la flota del bus urbano pertenece también el llamado Tren das Termas, un tren turístico al que se suben una media de 90.000 viajeros al día y en este caso casi el 80% suelen ser, según los datos acumulativos del servicio, personas de visita en Ourense.

También está aumentando no obstante el número de personas mayores residentes en la ciudad que utilizan este tren, pues es el único servicio público que les deja directamente al lado de las termas, incluso las más alejadas de Outariz sin tener que caminar.

Así pues el bus urbano sigue manteniendo una media de 30.000 pasajeros al día, que bajan hasta los 8.000 en festivos. Los expertos consideran que reforzar la calidad del servicio, prestaciones y conexiones entre el centro, barrios y periferia, podría disparar esos datos, y muchos vecinos se animarían a subirse al bus.

Los precios en este caso no tienen parangón, pues el de un billete normal en el autobús urbano es de 0,85 céntimos (0,62 si se viaja con tarjeta) y en el caso de los estudiantes el bono baja a los 0,43 euros viaje.

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