El concurso para la renovación del servicio de mantenimiento de la red semafórica de la ciudad, que incluía la instalación de nuevos báculos dotados de control de cámaras y radares de velocidad móviles o la supresión de los bolardos del casco viejo, vuelve a retrasarse.
Un reparo del interventor ve "sobreprecio" en la propuesta económica del pliego del concurso, que le envió el servicio de Contratación. El precio de salida iba a ser de 900.000 euros, frente a los 545.000 que cuesta al Concello de Ourense el contrato actual, que gestiona la firma SICE y que caducó en mayo de 2015.
Según explicó el concejal de Tráfico, Carlos Campos, "el técnico vio el precio excesivo y el pliego pasó de nuevo al servicio de Contratación que está redactándolo de nuevo para ver si puede afinar ese precio que, al incluir tantas mejoras como están previstas pueden parecer excesivos, pero hace muchos años que no se revisan los precios", indica. Aún así advierte de que ese concurso "no tardará".
Son 350.000 euros más de coste anual, "pero la red semafórica está funcionado con precios de hace años, cuando aumentó el número de semáforos, y ahora es necesario instalar nuevos báculos e introducir mejoras que encarecen ese servicio, como el punto rojo o los radares móviles".
Semáforos con punto rojo
La actualización de precios y la dotación de mejoras es el motivo de ese sobrecoste que aprecia el técnico municipal, pues prevé incluir uno de los objetivos más ansiados por el nuevo concejal de Tráfico, "la inclusión de cámaras fotográficas" que funcionan también como "vigías" para paliar en cierto modo el déficit de policías locales y fotografían a los vehículos que pasen el semáforo en rojo, lo que permite hacerse con la matrícula y facilitar la imposición de la correspondiente sanción.
El nuevo contrato también prevé aumentar los radares móviles en los nuevos semáforos, lo que permitirá contar con un sistema de control de velocidad alternativo, dado que parece que la dotación de nuevos agentes de Policía Local se complica con la impugnación del proceso. El exceso de velocidad es otro de los problemas de seguridad que plantea el tráfico rodado en el centro urbano, según el concejal.
La incorporación de nuevos modelos de semáforos con luces led de bajo consumo y la paulatina introducción de mejoras en el control que se realiza a través de una sala central en la Policía Local son otros de los motivos por los que el precio del concurso tiene que ser "superior al actual, aunque finalmente no llegue a los 900.000 euros anuales que se preveían" , indica el concejal.
SICE, la actual concesionaria, lleva este servicio de mantenimiento desde hace más de doce años, y en la actualidad está en precario desde mayo de 2015. En aquel momento el entonces alcalde, Agustín Fernández, aprobó una prórroga de la concesión con lo cual el servicio lleva 20 meses funcionando en precario, y con emolumentos inferiores al coste de explotación pues, según ha señalado la empresa al Concello, el número de instalaciones semafóricas es superior a cuando recibieron la concesión.
