Los bomberos evitaron que las llamas destrozaran una vivienda en la que había 5 sospechosos focos de inicio en prendas agrupadas y rociadas con líquido inflamable. El incendio intencional apuntó al exmarido. L. G. G., de 48 años, será juzgado el miércoles y el jueves por la Audiencia Provincial de Ourense. El fiscal acusa a este ex guardia civil de presuntos delitos de incendio con riesgo para la vida de las personas -el más grave que le atribuye-, allanamiento de morada y un maltrato habitual por las presuntas agresiones y humillaciones que infligió a la víctima durante 21 años de relación. El antiguo agente se enfrenta a un 19 años de prisión.

La pareja se había separado en 1999 pero la convivencia se mantuvo después, entre rupturas y reconciliaciones hasta que, mes y medio antes del incendio, el presunto maltratador la echó a ella y a su hija menor de la casa en la que residían en Cortegada, tras una discusión. Según el ministerio público, L. G. G. hizo una copia de la llave aprovechando que la menor se olvidó la mochila en su coche, unos días antes.

La defensa niega la violencia de género y la autoría del fuego. Según esta versión, el individuo se encontraba en Cortegada a la hora estimada del incendio en el piso donde la exmujer y la niña vivían de alquiler en la ciudad. El fuego fue detectado por una vecina cuando vio salir humo sobre las 9 de la mañana del 2 de marzo de 2016. Pero en el sumario hay otro indicio en su contra. La víctima tiene varios mensajes recibidos en la madrugada del día de los hechos. En uno, el hombre la amenazaba: "Ahora sí que te vas a cagar, espero que no pille a tus hijas por medio".

Un peluche destripado

Presuntamente, el encausado aprovechó que la víctima había ido a trabajar, y la hija pequeña al colegio, para acceder al domicilio. Según la versión de los hechos que sostiene la Fiscalía, el ex guardia civil dispuso cinco montones de ropa por la casa, los impregnó con gasoil y les prendió fuego. En la inspección ocular apareció incluso un peluche destripado con un cuchillo.

Una mujer vio salir humo y alertó a los bomberos. El despliegue inmediato de los profesionales evitó que las llamas se expandieran por todo el domicilio de las víctimas, así como por el resto del edificio, de cuatro plantas. En cualquier caso, las facturas que consta en el procedimiento cifran los desperfectos causados en más de 32.500 euros.

En la elevada petición de condena a la que se enfrenta el ex guardia civil pesan los 15 años que solicita el fiscal por el delito de incendio agravado. Fija otros 2 años por el allanamiento y 2 más por el maltrato habitual. El ministerio público sostiene que L. G. G. era violento con su esposa, a la que presuntamente humillaba y golpeaba. Si la víctima no denunció con anterioridad fue por miedo, dice el fiscal, que solicita una pena adicional de 10 años de alejamiento.