Mientras Soutelo de Montes, Beariz y Pontevedra siguen conmocionados por el crimen que el pasado mes de diciembre se cobró la vida en México del gallego Manuel Teixeira Guerra -un próspero empresario del sector de la hostelería que si bien nació en Garcían (Beariz) en la provincia de Ourense, tenía raíces en la localidad forcaricense de Soutelo (al estar casado con una soutelana) y en Pontevedra, donde su familia regenta una céntrica cafetería-librería radicada en A Ferrería- la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios del estado mexicano de Guanajuato está llevando a cabo indagaciones orientadas a tratar de establecer el móvil del crimen de emigrante gallego.

Los datos proporcionados por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato coinciden con los ya desvelados en su día por FARO, de acuerdo con lo también publicado por el periódico mexicano AM.

La investigación policial se inició cuando a las 11.28 horas del 17 de diciembre se halló el cuerpo "de un hombre sin vida" dentro del maletero de un Mazda 6 de color blanco, de matrícula de Jalisco, en el Camino a Quinta JW a la altura del kilómetro 9 de la carretera León-Comanjilla, en el estado mexicano de Guanajuato. Según la Procuraduría General de Justicia estaba "maniatado" y se desconocía su identidad.

La revisión médica de sus restos determinó que falleció "por proyectil de arma de fuego, penetrante de cráneo". Se halló una "lesión de entrada en la región temporal derecha" y otra "de salida" en la "región temporal izquierda".

Terminaría siendo "identificado como Manuel", "de 65 años" y "con domicilio en Guadalajara, Jalisco", además de tener "origen español". Sus familiares refirieron a las autoridades que "se dedicaba a la hostelería" y que la última vez que tuvieron contacto con él fue el 15 de diciembre", habiéndoles referido "que el siguiente día iría a León a ver unos negocios", desconociendo su familia de qué tipo, enterándose días después de que su cuerpo había sido localizado sin vida.

Una vez que fue identificado, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato avisó a la Embajada de España para que le prestase apoyo a la familia en lo que necesitase. Lo que las autoridades mexicanas pidieron a la familia fue que, por favor, no incinerasen el cuerpo "ya que es una prueba reproducible y podría requerirse algún otro tipo de análisis".

El fallecido ya contaba con doble nacionalidad española-mexicana dado que llevaba más de dos décadas residiendo en México, según confirmaron las mismas fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato.