Una mujer de 72 falleció ayer en la aldea de Rebordondo, Cualedro, intoxicada por monóxido de carbono mientras dormía en una de las habitaciones de la vivienda unifamiliar.

La víctima, Josefa Campos, se calentaba con una manta eléctrica, pero un posible cortocircuito provocó un incendio en el cobertor que se extendió al resto de la ropa de cama y el colchón. Las llamas no llegaron a propagarse por el dormitorio, pero el intenso humo provocó la muerte de la mujer por asfixia. Cuando llegaron los servicios de emergencia trataron de reanimarla pero nada se pudo hacer por salvarle la vida.

El marido de la víctima y su hermano dieron la voz de alarma minutos antes de las 10.00 de la mañana, al percatarse de la presencia de humo en la habitación. Llamaron al 112 y desde el Centro Integrado de Atención a las Emergencias movilizaron a los bomberos de Verín y a la Guardia Civil. También fue alertado el alcalde de la localidad, Luciano Rivero Cuquejo, que se personó en el lugar cuando ya estaban los sanitarios del servicio de emergencias tratando de reanimar, sin éxito, a la mujer.

El regidor explicó que la señora se había acostado en una habitación situada en la planta baja del inmueble, y dormía calentándose con una manta eléctrica. A causa de un posible cortocircuito, la manta se incendió, quemando también la ropa de cama, el colchón y parte del somier.

El fuego provocó una intensa humareda que se concentró en la habitación provocando la muerte de la mujer por inhalación de humo. Cuando su marido y su hermano se percataron de lo que estaba sucediendo ya fue demasiado tarde, ya que la mujer falleció a causa de la inhalación de monóxido de carbono.

Cuando llegaron los servicios de emergencia sacaron a la mujer del dormitorio para intentar reanimarla pero nada pudieron hacer por ella. La estancia, relata el alcalde, estaba llena de humo pero no había fuego ya que las llamas no se propagaron fuera de la cama. De forma que los bomberos centraron su intervención en ventilar toda la vivienda.

Josefa Campos, de 72 años, residía en esta casa de Rebordondo con su esposo, jubilado, y un hermano. En el mismo pueblo viven también su hija y dos nietos.

El suceso causó gran conmoción en la aldea y varios vecinos se acercaron a la casa para dar consuelo a los familiares de la víctima y prestar ayuda. Una vez certificado el fallecimiento de la mujer, su cuerpo fue trasladado por los servicios funerarios. También el alcalde acompañó a los familiares en estos momentos.