Galicia envejece "pero además se hace cada vez más dependiente", subraya el presidente de la Fundación San Rosendo, José Luis Gavela. La entidad asistencial presentó esta mañana en Ourense su memoria de 2017 así como las líneas maestras para el año próximo. La demanda de plazas para mayores y dependientes obliga a la fundación a reforzarse: aumentará un 6% el presupuesto hasta un total de 50,3 millones de euros, ha incrementado el personal en un 4% hasta 1.672 profesionales, ha dotado 98 nuevas plazas para dependientes y elevará el total de residencias en toda Galicia (en la provincia de Ourense, la mayoría) a 73. "Necesitamos más infraestructura porque cada vez hay más personas dependientes", reiteró Gavela.

San Rosendo, que está en su 25 aniversario, cuenta con 70 centros en la actualidad en los que hay capacidad para atender a 3.640 personas. El 85% de las instalaciones se encuentran en 40 núcleos del rural gallego donde la oferta asistencial privada es escasa. Tal y como explicó esta mañana el presidente de la San Rosendo, la oferta se incrementará a partir de 2019 con la puesta en marcha de tres nuevos proyectos asistenciales, dos en la provincia de Ourense y uno en A Coruña.

La fundación destinará 1,9 millones de euros de inversión y recurrirá al endeudamiento en parte para construir una residencia de 80 plazas para personas dependientes en Lobios, y otros para 120 usuarios en Verín, en ambos casos en terrenos cedidos por los ayuntamientos. Con estas 200 nuevas plazas se crearán 80 nuevos empleos, según el presidente. Las obras comenzarán en primavera y el plazo de ejecución está entre los 12 y 18 meses.

Por otra parte, el presidente de la fundación reiteró las intenciones sobre la promoción de un "gran hotel balneario en Ourense" a través de la división de Caldaria, en la línea que Benigno Moure manifestó a FARO hace unos días. "La fundación sigue apostando por el termalismo, sobre todo desde el punto de vista de la salud, y ve claramente la necesidad de tener un hotel balneario en la ciudad. Lo primero es la defensa del valor en la salud del agua termal y lo siguiente, la implicación de las administraciones. Pero la realidad es que sabemos que será imposible en 2018", puntualizó Gavela.