La proliferación de pantallas en muchos establecimientos de la ciudad orientadas hacia el espacio público y sus consecuencias, llevan al grupo de Democracia Ourensana a preentar una inicaitiva para el próximo pleno municipal, en la que reclaman que el alcalde, Jesús Vázquez, adopte las medidas oportunas para garantizar el cumplimiento de las normas generales en vigor y de diversa naturaleza que, de forma más o menos explícita, prohíben las emisiones de contenidos audiovisuales en espacio público o hacia espacio público, o que regulan la contaminación visual, lumínica o acústica.

Asimismo DO demanda la elaboración de una ordenanza que, además de integrar las diversas normas sectoriales y generales en vigor, regule más específicamente para el Concello de Ourense dichas formas de contaminación visual, después de constatar que no existe ningún tipo de control, y existe una "permivisidad" por parte del gobierno municipal.

Una inicaitiva en la que se concretan razones por las cuales entienden DO que no debe permitirse que esas pantallas se encuentren en espacio público ni orientadas hacia él. Y aluden a leyes nacionales sobre urbanismo, que exigen una luminosidad acotada y uniforme en las fachadas, sin deslumbramientos ni cambios bruscos.

Otras normas que rigen el ornato público y la manera en que las construcciones y los estímulos que emanan de ellas afectan al entorno son también obviadas por esas pantallas. Esto último, especialmente en "áreas sensibles" como la parte histórica de las ciudades, con normas urbanísticas más estrictas.

Desde el punto de vista acústico, la ordenanza contra ruido en vigor ya prohíbe el encendido de todo tipo de reproductores de sonido en espacio público. Esas pantallas cuando son visibles desde la calzada provocan distracción en los conductores, con el riesgo de accidente. La misma distracción causa a peatones y genera riesgos similares, sobre todo en la proximidad de pasos cebra.

Por lo que consideran que hacia el espacio público "no caben otros estímulos sensoriales, invasivos y artificiales, que los de servicios públicos: semáforos o sirenas". Y "no debe permitirse en espacio público la estimulación comercial invasiva, que como sabemos está diseñada para generar estrés y fomentar el comportamiento de compra impulsiva".