Una vez más y en el límite. La Diputación tuvo que acudir de nuevo al rescate del Concello de Ourense para evitar que proyectos contemplados en el plan de obras corriesen el riesgo de no ejecutarse por no cumplir con el procedimiento administrativo en tiempo y forma, que se fija en el 31 de diciembre del presente año. Así, la junta de gobierno del organismo provincial aprobó el correspondiente expediente remitido desde el Concello sobre la inclusión de unas obras y la modificación de otras, en el convenio de colaboración que en su momento y había firmado.

Son algo más de una veintena de actuaciones contempladas en el plan de obras aprobado a finales de 2016 por el gobierno popular en el Concello, contando con el necesario apoyo del grupo socialista, y cuyo montante económico total ascendía a 12 millones de euros. Un trámite que cumplimentó la Diputación en el marco de esa colaboración que se mantiene con el Concello, como aseguró a FARO el vicepresidente primero, Rosendo Fernández, que en todo momento eludió entrar en otro tipo de consideraciones, sobre todo las relacionadas con el proceso seguido para la ejecución de las obras.

Según los datos a los que tuvo acceso este diario, el número de obras que forman parte del convenio de colaboración que el pasado año se firmó con la Diputación son un total de 26, con un importe económico que supera los 9,5 millones de euros. La aportación del organismo provincial es de 100.000 euros, tal y como se plasma en el documento.

Una demora asumida

La decisión de acudir a la Diputación para poder "salvar" esas obras es una cuestión que estaba prevista, según indica el concejal de Infraestructuras y portavoz del gobierno popular, José Araújo, que esgrime como argumento para la demora la "complejidad" de algunos de los proyectos incluidos en el plan de obras.

Así, hace referencia obligada al proyecto de instalación de un elevador en la calle Avilés de Taramancos, a la altura del puente de Ervedelo, con el que se comunica en la actualidad a través de una escalera, lo que dificulta la accesibilidad en esa zona de la ciudad.

También se incluye en las obras que quedarán para el próximo año 2018 la instalación de otro elevador en la zona de la Cruz Alta y Milagrosa, que fue una de las propuestas que presentó el grupo de Democracia Ourensana, que discrepa abiertamente con la propuesta que se hace por parte del gobierno municipal.

Dos actuaciones que según se refleja en los datos facilitados por parte de la Concejalía de Infraestructuras su presupuestos final "está por determinar", aunque se advierte que se trata de las de mayor cuantía, junto con la que se llevará a cabo en la rehabilitación del parque Alameda do Crucero, que se convertirá en un espacio "inclusivo", y que inicialmente partía con una licitación de 716.500 euros, aunque se registró una baja importante, por lo que finalmente la obra ronda el medio millón de euros.

Lo que también justifica Araújo es la imposibilidad de poder acometer todos los proyectos antes del 31 de diciembre. Aunque señala que se podrán ejecutar durante 2018, ya que en la mayoría de los casos los proyectos se realizaron y están a la espera del correspondiente proceso de contratación.

Y advertir que se trata de un problema al que "no se le pudo dar solución", de ahí la necesidad de contar con el apoyo de la Diputación para evitar que se demore todo el proceso de realización de las obras que quedan pendiente de un plan que finalmente se quedó en 69 obras de las 82 que inicialmente se habían previsto. Además, el edil de Infraestructuras espera que se agilice el proceso de contratación para poder finiquitar todo el plan, y de esa forma poder avanzar en la concreción de otro nuevo plan, cuyas obras las presentarán las federaciones vecinales.