Una pena de un año de prisión pide el ministerio público para un hombre de 48 años que presuntamente envió al móvil de su expareja una fotografía a través de Whatsapp. Fue el 1 de noviembre de 2016, pese a que el juzgado había dictado en marzo un auto que prohibía al acusado acercarse a menos de 500 metros de su expareja, así como comunicarse con ella.

Llevaba un brazalete electrónico y días después, según la acusación, mantuvo separado el dispositivo de la unidad portátil que recibe la señal, durante 5 horas, impidiendo así que funcionara el sistema de control.