Tras la devastación de miles de hectáreas de monte en la oleada de incendios de hace dos meses, los estragos continúan con el paso del temporal. Un vídeo de la zona del Xurés mostraba ayer el efecto de las lluvias torrenciales en el suelo calcinado. Pese a las medidas de regeneración impulsadas por la Xunta para paliar la erosión y el arrastre de cenizas, el diluvio provocó una escorrentía de "chapapote", una "crónica anunciada", denuncian ambientalistas. En Entrimo, zona del Xurés, se midieron ayer 171 l/m2 hasta el cierre de esta información, más que la suma de las precipitaciones registradas desde mediados de octubre, según Meteogalicia. En Carballeda de Avia, explica el alcalde Luis Milia (PSOE), tienen miedo de que unos peñascos de grandes dimensiones en la zona alta de Faramontaos puedan desprenderse por la mínima consistencia del suelo calcinado, yermo y sin vegetación. Adolfo, un vecino de la localidad, vio cómo un río de agua descendía ayer desde el monte atravesando su casa. Las cunetas se llenaron de ceniza. "No salimos de una y ya estamos en otra", lamentaba el regidor.

Los daños en el terreno quemado, y el temor a que las cenizas alcancen además canalizaciones del abastecimiento y depósitos de agua de las aldeas en plena situación de sequía, dejaron una de las múltiples imágenes de una jornada con alerta naranja por vientos y lluvias. La máxima racha de viento se registró con 152,1 kilómetros por hora en Cabeza de Manzaneda. Llegó a 152 en Carballeda de Valdeorras. La borrasca "Ana" dejó un reguero de incidencias: siniestros de tráfico, desprendimientos en taludes, caídas de ramas y objetos o zonas anegadas por balsas de agua. Además, hubo cortes de luz que afectaron a 3.000 suministros -el número de personas puede ser mayor-, según Gas Natural. Varios puntos en los municipios de Carballeda de Avia, Verín, Avión y Carballeda de Valdeorras sufrieron interrupciones del servicio. La mayoría de las incidencias se produjeron por la caída de ramas y árboles sobre el tendido eléctrico.

Pese a todo, Ourense fue la provincia gallega con menos incidencias comunicadas al 112: 18 en el periodo comprendido entre las 08:00 horas y las 17:00 horas. En Ribadavia hubo 7 y en Viana do Bolo, 2. En la capital de O Ribeiro se produjeron desbordamientos de afluentes pequeños como el Outeiro, que obligó a cortar una carretera local, o el Maquiáns, además de balsas de agua, caídas de ramas y salidas de vía,, según fuentes del servicio local de emergencias.

En la ciudad, donde habían caído 43,6 litros por metro cuadrado hasta las 22.30, como la suma de las últimas dos semanas, la Policía Local y los bomberos intervinieron por la mañana por un enganche suelto de un arco de iluminación navideña en el Paseo, la apertura de una ventana de gran tamaño en Hacienda y otra en el edificio de la Torre, la caída de vallas en la Avenida de Zamora, y el desprendimiento de un árbol sobre un coche en la Plaza de la Legión, que resultó dañado en la luna delantera.

Por la tarde, la línea del tren de las Termas fue suspendida tras la caída de ramas sobre la pista roja. En Saceda, los bomberos retiraron piedras de la carretera que une el Pazo de Ramirás con Palmés. En San Mamede (Velle), quitaron un árbol inclinado sobre la carretera. En la avenida de Portugal, un cartel de un establecimiento cayó sobre la acera, sin producir daños personales, y una rama sobre la entrada de la zona infantil de juegos del parque de San Lázaro.

También fue preciso avisar a los bomberos para que retirasen una farola que estaba a punto de caer sobre la acera, en la calle San Mamede. Hubo nuevas incidencias con el alumbrado de Navidad: en la rúa da Inmaculada existía riesgo de que se soltara. Por último, según información facilitada por el Concello de Ourense, en la Avenida de Pontevedra se amplió un metro más la zona de seguridad vallada de la obra que se está acometiendo en un edificio.

Tráfico, que ayer movilizó servicios extraordinarios para atender las posibles incidencias, informó de varios siniestros que parecen relacionados con el temporal. En Melón hubo dos salidas de vía; en la AG-53 a la altura de Cea, sentido Ourense, una mujer de 69 años, vecina de Santiago de Compostela, resultó herida leve tras sufrir una salida de vía y chocar contra la barrera de seguridad, a las 16.15 horas. La posible causa de este accidente fue el "aquaplaning", según fuentes del instituto armado. En la nacional N-120, a la altura del kilómetro 471,2, en A Rúa, sentido Vigo, se produjo un desprendimiento de tierra en el talud. Un suceso similar registrado en la salida 224 de la A-52 se saldó con daños en tres vehículos, con rotura de neumáticos por la caída de piedras. No hubo heridos.

Y hoy, además, nieve

Hoy, la alerta amarilla de nieve a una cota que caerá a los 900 metros se suma a nuevos avisos naranja y amarillo por fuertes lluvias y vientos.