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Solo cuatro vendedores resistirán en el rianxo cuando comience la obra de la plaza de abastos

La mayoría de concesionarios de quioscos al aire libre pidieron ir al edificio provisional de realojo en la Alameda, pues temen que el cierre de la calle dos años afecte a sus negocios

Estado que presenta en la actualiad la zona de "rianxo" . // Jesús Real

A mediados de enero de 2018 los comerciantes que ocupan la plaza de abastos de As Burgas comenzarán el traslado de mercancías y mobiliario para reubicarse en el edificio provisional de la Alameda, en tanto dure la rehabilitación del mercado. Se van, como es obvio, todos los que están actualmente en el interior del inmueble a rehabilitar y los de los puesto anexos al mismo.

A este éxodo se han sumado también de forma voluntaria la mayoría de los vendedores de la llamada zona de "rianxo", pese a que la reforma de esta zona popular de venta de productos frescos no está incluida en esta fase de rehabilitación. "Decidimos pedir un hueco en la Alameda porque tememos una pérdida de clientes cuando comience la obra", explica Maribel, concesionaria de un bar en la zona.

De los 16 vendedores estables que están actualmente en el "rianxo", piensan arriesgar y permanecer en el entorno de Bajada a la Plaza, el que gestiona el quiosco de pan que hace esquina (antigua panadería de Pilar) los dos puestos de frutas y hortalizas de un joven vendedor que se asentó en el "rianxo" coincidiendo con la campaña de renovación de comerciantes de la plaza, así como dos puestos fijos más, que tienen tiendas de frutas y plantas de siembra en la zona baja, pues este tipo de plantas exigen tener el material al aire libre.

El gerente de la plaza de abastos, Alberto González, explica que "el tiempo previsto de reforma es de dos años y esperamos que esto se cumpla a rajatabla, pues los comerciantes desconocen cuál va a ser la respuesta que dará el público a la nueva ubicación en la Alameda".

Puestos cerrados

No obstante, pueden observarse ya varios quioscos de la zona de "rianxo" cerrados. Al menos cuatro concesiones han echado el candado. Según algunos vendedores "no es buen momento para abrir un negocio si no tienen la concesión pagada ya, y en este caso hemos oído que por el traspaso de algunos de esos quioscos anexos está pidiendo el propietario 60.000 euros según se comenta, a lo que se suma luego el canon mensual que hay que pagar al Concello" . El riesgo añadido es que, vencido el plazo de esa concesión, que remata el 2025, "puede que estén pagando el préstamo del traspaso al particular y luego el Concello decida que no te renueva el contrato pues tiene derecho a hacerlo", indica.

Esa incertidumbre por parte de los empresarios de la zona de rianxo, hace que "casi todos hayamos decidido irnos al puesto provisional que, por otro lado, para algunos puede incluso llegar a ser atractivo para los compradores, pues todos los puestos estarán en la Alameda en una sola planta, carne, pescado, frutas y además tienen en la propia explanada de la Alameda la entrada y salida directa del ascensor para ir al parking subterráneo", explica Rubén Caeiro.

La reforma de la plaza de abastos de As Burgas tiene un presupuesto de más de 5,5 millones de euros en esta primera fase. La obra va a suponer el vaciado interior de sus dos plantas para dotar más alturas que permitan combinar el uso actual de venta de productos de pescadería, carnicería, embutidos, fruta y demás con una planta dedicada a la hostelería, el ocio y la degustación de productos frescos adquiridos en el interior.

Cambia además durante el tiempo que dure la obra toda la circulación en el entorno, y en principio los únicos puestos de concesión municipal que permanecen son los que están debajo de la propia Alameda. Unos puestos que, según ha adelantado también alguno de sus actuales concesionarios, esperan en otra fase ser sometidos a alguna pequeña reforma.

Maribel y Noemí | Café G4

"Nos gustaría que, aunque reformen la zona, se respeten estos quioscos tradicionales"

Maribel Montaño y Noemí Martínez forman parte del relevo generacional que se produjo en la plaza tras la campaña de captación de nuevos emprendedores. Están al frente de uno de esos originales quioscos de la zona de rianxo, el Café G4. En su caso han optado por el realojo provisional en la Alameda.

"Creemos que las obras pueden perjudicarnos, pero estamos totalmente a favor de esa reforma". Son de las que creen que, aunque no haya un compromiso firme de la fecha de inicio de la segunda fase de la plaza que incluya la reforma integral del rianxo, "sí sabemos que tienen previsto hacer reforma de este entorno y que se hará de forma inmediata cuando remate la rehabilitación del edificio de la plaza, explican. Solo piden una cosa, que la obra que se haga mantenga en lo posible este concepto actual. "Nos gustaría que mantengan esos quioscos tradicionales, aún cuando se reformen todos por dentro y por fuera", proponen.

Rubén Caeiro | Concesionario de dos puestos en el rianxo

"Tendré que adaptar mi frutería a un local de realojo provisional de 3 por 2 metros"

Rubén Caeiro optó por dejar sus dos puestos actuales en la zona de rianxo abiertos al público, pero al mismo tiempo ha pedido un espacio en el edificio de realojo en la parte superior de la Alameda.

"Tendré que adaptar mi frutería actual, que son en realidad dos puestos y muy amplios, a un futuro espacio arriba que ni conozco, pero que ya sé que va a medir tres por dos metros y cuyas obras costeamos nosotros", indica con temor.

Reconoce que va a ser difícil exponer toda la mercancía, mayoría productos llegados de pequeñas huertas tradicionales o de pequeños proveedores en un espacio tan pequeño. "Pero el peor problema será para aquellos que tengan que trasladar grandes cámaras frigoríficas", reconoce Rubén. Pero al igual que el resto de los comerciantes y la propia gerencia, considera que "cualquier obra en esta zona es buena y muy necesaria para todos, solo queda desear que cumplan los plazos".

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