El censo de población inmigrante de la provincia de Ourense vuelve a experimentar un progresivo incremento, tras años de caída en picado marcados por la crisis y el éxodo de muchas comunidades de distintos continentes, asentadas en la provincia, que habían regresado a sus países de origen o a otras ciudades, ante la falta de expectativas laborales en Ourense. En el último año el censo se ha estabilizado por encima de los doscientas personas más pasando de los 13.700 a cerca de 13.900 inmigrantes censados.
Del total de ese censo de inmigrantes repartidos por la provincia, 11.300 son extranjeros en régimen de libre circulación en la Unión Europea, con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor. Pero curiosamente nuestros vecinos más próximos, los de Portugal, constituyen la colonia más numerosa en la provincia, al superarlos 6.700 inmigrantes censados. Una cifra que también pese a los continuas mermas, sigue siendo de casi el 50% del total de inmigrantes que hay en la provincia. Muchos conservan esa doble nacionalidad pero suman ya vidas y residencia y trabajo estable en toda la provincia.
También se mantiene la población rumana, que ronda los 1.400 vecinos de esa nacionalidad, seguidos por Brasil, Venezuela o Marruecos como nacionalidades más presentes en el censo ourensano.
La situación de la población inmigrante en Ourense tuvo su cúspide en 2012, donde llegó a rozar los 17.000 inmigrantes censados.
Sin embargo el éxodo más fuerte se produciría poco después, concretamente entre los años 2013 y 2014 en los que más del 24% de la población extranjera residente en Ourense abandonó la provincia.
Finalmente la situación parece haber revertido a partir de 2016 hasta superar los 13.900. Una parte pequeña todavía del total de 91.000 inmigrantes censado en Galicia a mediados de este año, según los datos del Observatorio de la Inmigración de lo cuales el grueso, más de 33.900 está en A Coruña, 12.820 en Lugo, y Pontevedra acoge también más de 30.700 inmigrantes debido también a las mayores expectativas laborales en el apartado fabril y comercial.
Otra de las curiosidades de la población inmigrante residente en Ourense es la edad, pues rondan los 38 años frente a los casi 51 que tiene de media la población "autóctona", que es una de las más envejecidas de España al tener uno de cada tres vecinos en edad de jubilación. Esto indica que esta población inmigrante es el antídoto contra el progresivo e imparable envejecimiento provincial.
Hablando de acentos, son dos barrios de la ciudad los que suben ese porcentaje de extranjería que son los O Couto y el entorno próximo de calle Doctor Fleming y también parte del casco histórico. Así en algunas calles del barrio de O Couto, la media de población extranjera, en especial de países latinos y África es del 6% y sube, según el estudio censal de la Xunta, por encima del 12% en el entorno de calles como Doctor Fleming.
También cabe destacar que hay una ligera mayoría de mujeres en esa población inmigrante por encima del número de hombres, casi un 53%, muchas de ellas empleadas en hostelería, o en servicio doméstico.
