El curso del río Miño a su paso por la ciudad de Ourense está transportando un caudal circulante de unos 34 metros cúbicos de agua por segundo, cuando lo habitual son 204 metros cúbicos/segundo, lo que supone la sexta parte del volumen de agua habitual.

No son los peores datos de este cauce fluvial, dado que en el tramo del Miño situado a la altura del embalse de Belesar (Lugo) el volumen de agua está al 20%, es decir un 80% menos del caudal habitual.

Son algunos de los datos que se abordaron ayer en la reunión de la Oficina Técnica de la Sequía de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil en Ourense. Al remate de esta reunión de trabajo, el presidente de este organismo de cuencas, Francisco Marín, señaló que los cauces dependientes de este organismo están en una situación de "excepcionalidad" por sequía, pese a todo por ahora "está garantizado el suministro de agua para todos los núcleos de más de 20.000 habitantes".

Los datos aportados por la Oficina Técnica de la Sequía en Ourense son claros: el caudal medio de los embalses está al 40,9% de su capacidad, es decir 18 puntos por debajo de lo habitual, debido a la caída del 65% en las precipitaciones registradas este año.

De hecho la situación ha empeorado respecto al pasado año, según Francisco Marín, pues desde el 30 de septiembre se han registrado 100 litros por metro cuadrado de lluvia, cuando las precipitaciones habituales son de 270 litros por metro cuadrado en la provincia.

Portugal, que arrastra también una situación de grave sequía, está sufriendo las consecuencias, pues "hace 19 años se firmó el Convenio da Albufeira, el marco legal que regula el aprovechamiento de los embalse de ambos países y por primera vez no podemos transferir el volumen de agua trimestral que tenemos comprometida", señaló Marín.

Eso se traduce en que desde principios de octubre tendrían que haberse transferido por el embalse de Frieira al país vecino, unos 440 hectómetros cúbicos de agua y solo se han transferido 201. No hay incumplimiento, pues la Confederación Hidrográfica Miño-Sil no se ha visto obligada hasta ahora a cumplir esa parte del acuerdo "debido a esa situación de excepcionalidad en que estamos por sequía, algo que no se había producido desde 1998, fecha de la firma del mencionado convenio internacional", indicó el presidente de la CHMS.

Francisco Marín insistió en que "los núcleos de más de 20.000 habitantes "no van a tener problemas de abastecimiento en caso de que las precipitaciones mantengan un nivel similar al del año 2016-2017, el peor de la serie histórica en cuanto a precipitaciones.

No obstante el Organismo de Cuencas mantiene la situación de alerta por sequía y ha acordado convocar para el próximo 13 de diciembre al Consejo del Agua de la demarcación, donde está representado el gobierno, la Xunta, hidroeléctricas, usuarios, comunidades de regadío, grupos ecologistas, para informar de esta situación.

En dicha reunión, la confederación pretende "simular posibles restricciones" para que sepan como deben actuar, " a fin de trasladar cuál sería la situación si el año hidrológico se comporta "igual que el año pasado o sea peor que la serie histórica".

Francisco Marín señaló que se están acometiendo trabajos para reparar los daños causados por los incendios registrados los pasados meses de septiembre y octubre, con una inversión de 1,2 millones para la cuencas de la demarcación Miño-Sil.

El objetivo es que si llueve no se produzcan tapones por de incidentes por arrastres de los restos vegetales que cayeron al cauce de los ríos debido a los incendios y que continuarán en colaboración con responsables de montes.

En este momentos están actuando brigadas en la zona de Lobios, Melón-Carballeda de Avia, Paderne-Baños de Molgas, As Neves, Ponteareas y Chantada. "El objetivo es llegar a 24 brigadas en Galicia hasta final de enero" para que cuando vengan las lluvias no haya incidencias, declaró el presidente de la Confederación Miño -Sil.