La Federación de Asociaciones de Vecinos Limiar y la Agrupación Miño han logrado un buen clima de entendimiento, que ha culminado en la presentación de propuestas para el plan de obras del Concello de Ourense, pero las heridas no han cicatrizado todavía para que pueda producirse la reunificación, con la finalidad de disponer de un movimiento vecinal vigoroso que pueda plantear las necesidades de los distintos barrios de la ciudad, ante las instituciones públicas.

La elección de Manuel Mosquera Rodríguez como presidente de Limiar hace ocho meses, en sustitución de Manuel Carnero, está facilitando el entendimiento, porque representa un cambio que "no tiene nada que ver con las formas ni la gestión realizada" por sus antecesores. Pero el otro colectivo también tendría que realizar cambios, para un mayor entendimiento.

Mosquera indica abiertamente que él no pondría "ningún problema" para que pudiera producirse el reencuentro, pese a que es consciente de que integrantes de la Agrupación Miño formaban parte de la Federación de Asociaciones de Vecinos Limiar y la separación "fue bastante dolorosa, porque hubo muchos ataques entre ellos, insultos y malestar". Pero mientras no culmina el proceso de reunificación, Mosquera tiende la mano a la Agrupación Miño para defender objetivos comunes. "Estamos colaborando, en el tema del Plan Xeral de Ordenación Municipal y en otras cosas, porque tenemos que ir en la misma línea, defender el beneficio de los vecinos". Tradicionalmente, Limiar se movía dentro de la órbita política del PP y Miño en la del PSOE. Mosquera intenta superar esa situación, "separando la política de la defensa de los intereses de los vecinos".