En lo que hace algo más de 70 años era un descampado con viñas y algún que otro galpón por aquí y por allá, hoy se reparten varias manzanas con bloques de viviendas, comercios, cafeterías y hasta un colegio. El antiguo Campo do Bellao abarcaba por aquel entonces todo el territorio que a día de hoy abrazan la calle Bellao y la rúa do 21.

El acontecimiento mensual del que este campo era escenario, una feria, se convirtió en el punto neurálgico de la zona y terminó por dar nombre al propio asentamiento que se fue construyendo a su alrededor: O Vinteún. Un barrio que debe su nombre al día en el que ganaderos y tratantes de la zona se reunían para la compraventa de vacas y caballos, o para dar salida a su "rianxo".

"El mesón de Nemesio, que se dedicaba a herrar caballos fue el germen de todo", explicaba ayer Uxío García Lois, vecino de O Vinteún que ha investigado junto a Fernando Valcárcel y Rafel Salgado sobre los orígenes de una feria que ha conseguido recuperarse. Ayer, con unas condiciones meteorológicas más que aceptables para una mañana de otoño, comerciantes y clientes se daban cita, por segunda vez este año, en el actual parque Diego González Blanco, situado en lo que habría sido el Campo do Bellao.

"Esta cita, al contrario de la que se celebró el mes pasado, que tenía más tintes etnográficos, es de carácter meramente comercial", explicaba María Campos, responsable de comunicación de la recuperada Feira do 21. "El principal objetivo es activar la economía de la zona y apoyar al pequeño comercio local que no está pasando por su mejor momento", aseguraba. La idea nace con vocación de continuidad y con la finalidad de que los vecinos se queden más en el barrio para hacer sus compras.

"Hemos empezado con cerca de 30 puestos pero esperamos seguir creciendo, hay muchas ideas que queremos poner en práctica", detallaba esta miembro de la organización. La convocatoria de ayer caía a día 25, ya que se ha decidido mover la celebración al sábado más cercano al 21 de cada mes, por motivos prácticos. "Estamos colocados frente a un colegio, si lo hacemos entre semana sería un poco caótico", reconocía María Campos. La responsable de prensa también aseguró que cada feria girará entorno a alguna temática en particular, la de este mes estuvo protagonizada por la artesanía y la Navidad copará la de diciembre. El toque cultural lo pusieron el recital ofrecido por el Círculo Poético Ourensano por la mañana, y una actuación musical por la tarde.

Los investigadores no han podido todavía poner fecha al origen de esta feria, pero sí conocen como sobrevino su final. Fue con la fusión del Concello de Canedo con el de Ourense en los años 40. Ya no había que pagar impuestos para vender en otra localidad, y esta actividad comercial acabó desapareciendo.