El comité de empresa de Medio Rural de Ourense denunció ayer el "caos organizativo" en el que estuvo sumido el dispositivo de extinción durante la ola de incendios de octubre. Los representantes de los trabajadores responsabilizaron ayer de la "nefasta gestión" a la Consellería de Medio Rural y a un dispositivo "atomizado y pseudo-privatizado en el que trabajan más de 10 corporaciones y empresas diferentes", dijeron.

Critican que el SPDCIF "está anclado en los fuegos de los años 90" y que la situación, a día de hoy, "es mucho más peligrosa", con incendios cada vez "más virulentos" en los que intervienen factores como el abandono del rural, la meteorología o la nueva distribución de las edificaciones.

Piden que se pongan a disposición de los trabajadores las "herramientas necesarias" para recibir la formación "imprescindible" para hacer frente a lo que denominan "nuevos incendios" tanto en el plano técnico como psicológico. Afirman que de esto dependerá, en buena parte, a corto y medio plazo, tanto la eficacia en la extinción como la propia seguridad de los trabajadores y la población civil, indicaron.

El escenario ha cambiado, señalan, y mientras no se adapten los instrumentos a los nuevos tiempos "estamos en manos del azar y de la climatología", en palabras de Raúl Vázquez, delegado de la CIG. El presidente del comité de empresa en Ourense, Óscar Rodríguez, exigió también la cobertura de plazas vacantes por bajas médicas o vacaciones.