El juez condenó ayer por un delito contra la ordenación del territorio a un acusado de promover la construcción de un cenador en una finca de la Amulzara, en Boborás, en octubre de 2009. La obra carecía de la preceptiva licencia municipal y se emplazó en suelo clasificado como rústico. El hombre, que ya demolió en diciembre de 2015 la construcción auxiliar a la vivienda situada en la misma finca, compareció ayer como responsable de un delito urbanístico por el que llegó a un pacto de conformidad que le reportó una reducción de la pena.

La sentencia definitiva impone tres meses de prisión pero en el mismo fallo, el juez acuerda la sustitución de la misma por una multa de seis meses a razón de dos euros días.