Las obras de reparación del muro perimetral que se llevaron a cabo en las termas do Muíño das Veigas, a través de un convenio de colaboración entre el Concello y la Confederación Hidrográfica Miño Sil (CHMS), han generado la controversia después de que un grupo de vecinos que habitualmente acuden a esa zona las calificasen de una "chapuza". Y ponen de manifiesto, en función de la situación actual, que por parte del gobierno municipal "no hubo ningún tipo de control ni de seguimiento".

Es por eso que ayer denunciaron que "la gran obra" que se había anunciado se convierte en una "gran mentira". Y señalan que después de permanecer cerrado un mes, lo que se encuentran los asiduos a esta zona termal es con una importante cantidad de piedras acumuladas al lado del muro, y que según explicaban "supone un riesgo cuando se incremente el caudal del río Miño y se pueda producir un arrastre".

Una obra en la que según los datos oficiales se habrían invertido 23.215 euros para llevar a cabo una reposición del maltrecho muro que rodea a las poza, en la margen derecha del Miño, y para lo cual se había anunciado la utilización de un mortero de alta adherencia. Así lo recuerdan el grupo de ciudadanos que alertó de la situación.

Sobre esta cuestión aseguran que pudieron comprobar -ya que aunque estuvo cerrado el espacio durante un mes acudían a las inmediaciones-, que la realidad es bien diferente. Y señalan que el tapado del agujero se hizo con cemento, arena y gravilla, por lo que no hubo el mortero de alta adherencia.

Acceso

Pero además del almacenamiento de piedras, las quejas también giran entorno a la situación en la que quedó la baja al río, desde las pozas termales, que utiliza este grupo de bañistas y las personas que acuden a ese enclave natural. Así, después de las obras realizadas, quedó prácticamente inutilizada, por lo que deben buscar otro tipo de alternativas.

También es objeto de críticas determinadas actuaciones que se llevan a cabo en la rehabilitación del molino que se encuentra en el entorno de las termas, y que forman parte de las denuncias que tienen pesando trasladar al Concello.

Para lo cual no descartan crear el denominado "grupo de amigos das termas do Muíño da Veiga", que tendría como objetivo principal la defensa de un espacio al que acuden muchos ourensanos y visitantes, por lo que dicen no entender la "despreocupación" del gobierno popular. Y reclaman al alcalde Jesús Vázquez y al concejal responsable que "se enteren de lo que está sucediendo".