Ourense es una de las provincias más envejecidas del continente europeo y muchos de sus mayores residen en núcleos de población pequeños, alejados de la actividad de las villas o la capital. Un gran número de ellos vive, además, solo, una realidad que puede llegar a conducirles a una situación de aislamiento.

Con el objetivo de prevenir este fenómeno y de promover un tipo de envejecimiento activo, y también saludable, Cruz Roja y La Caixa consiguieron involucrar, entre voluntarios y usuarios, a más de 1.100 personas en el proyecto "Cuidando a nuestr@s mayores en el rural", desarrollado durante el último año. Un total de 40 municipios de menos de 10.000 habitantes fueron el escenario de distintas actividades, entre ellas, charlas sobre salud, jornadas intergeneracionales o visitas hasta sumar un total de 76 acciones coordinadas por un grupo de cerca de 30 voluntarios de las asambleas comarcales en O Ribeiro, O Carballiño, Celanova, Maceda, Valdeorras, Monterrei y Viana, Conso-Frieiras.

"Intentamos con este proyecto dar solución a las dificultades de dispersión e insuficiente comunicación que sufren muchos mayores en la provincia", explicaba la directora de Voluntariado y Desarrollo Local de Cruz Roja en Ourense, Natalia Fernández Díaz. En cuanto a la reacción de los participantes a las actividades, Fernández Díaz la valoraba como "muy buena". "A todos nos preocupa la salud, así que tener un espacio de diálogo en el que compartir las mismas inquietudes es una idea que ha funcionado muy bien", aseguraba acerca de las charlas que, aunque estaban abiertas a la ciudadanía en general, iban especialmente dirigidas a personas mayores de 65 años y también a sus cuidadores.

En ellas se trataron temas como la higiene del sueño, alimentación saludable, actividad física y ejercicio, así como otras cuestiones que fueron de interés para los asistentes. "Durante las primeras sesiones, ellos mismos nos comunicaron sobre qué temas específicos les gustaría saber más y nosotros fuimos adaptando el programa a sus demandas", explicaba la directora de Voluntariado. Así, asuntos como el azúcar, la tensión y la alimentación saludable fueron el centro de la conversación de algunas de las reuniones celebradas.

Tras este primer año de vida del proyecto, para el que los voluntarios involucrados recibieron una serie de formaciones específicas, Cruz Roja continuará dinamizando estos pequeños lugares para "poder seguir trabajando estos aspectos tan importantes con las personas mayores", apuntan.

Esta iniciativa ha reforzado la atención que Cruz Roja ofrece ya de manera habitual desde sus distintas asambleas comarcales, haciendo especial hincapié en la adopción de hábitos saludables para promover la mejora de la salud y el bienestar general de los mayores. Especialmente de unos usuarios a los que "es más difícil llegar normalmente", pero con los que han adquirido un compromiso que les hará continuar con las actividades el año próximo.