La Fiscalía pide seis años de prisión y 40.000 euros de multa para un acusado por tráfico de drogas y cuatro años y la misma multa, para otros dos supuestos cómplices, un amigo y su exmujer, todos ellos como autores de un delito contra la salud pública. Los tres frecuentaban la misma casa del casco viejo de la ciudad desde donde según el relato policial, se vendían sustancias estupefacientes. Durante el registro de la vivienda, la policía se incautó de droga valorada en casi 40.000 euros y 1.275 euros en metálico.

El proceso de enjuiciamiento de los tres encausados se celebraba ayer en la Audiencia Provincial de Ourense y comenzaba con la solicitud por parte de la abogada de la defensa, de que se anulase la entrada en la casa de sus defendidos, por haberse tratado de una actuación que "no respetó el principio constitucional de invulnerabilidad del domicilio".

Los acusados, que solamente contestaron a las preguntas de su letrada explicaron que la casa, alquilada a nombre de la mujer, era frecuentada constantemente por múltiples personas que "iban allí a consumir e incluso se quedaban a dormir si no tenían a donde ir". Así, según su versión de los hechos, solo parte de las sustancias y del dinero incautado era de ellos, que se declararon asimismo consumidores de drogas.

La defensa también insistió en la idea de que en el inmueble había más pisos, y que sería posible que el flujo de personas que entraban y salían del edificio detectado por un dispositivo de vigilancia desplegado por la policía durante casi un mes, podían dirigirse a cualquiera de los otros pisos.

Comparecieron en la vista oral todos los agentes involucrados en el dispositivo de vigilancia, todos ellos aseguraron que había "gente entrando y saliendo constantemente de la casa y que a su salida les interceptaban las sustancias que llevasen". Para el Ministerio Fiscal se considera probado, a la vista de las conclusiones de la investigación policial, que los tres encausados son responsables de un delito grave contra la salud pública