PSA apuesta por Vigo como puerto de exportación del C3 Aircross, el primer Citroën fabricado en la planta de Opel en Zaragoza tras la reciente adquisición de la marca alemana por parte del grupo automovilístico capitaneado por Carlos Tavares. Las conexiones con Sudamérica han resultado determinantes para que los responsables de la logística de la compañía -Gefco- decidieran enviar el nuevo SUV de la firma gala al mercado latinoamericano a través de la terminal de Bouzas a pesar de los 850 kilómetros que la separan de Figueruelas. Pasajes, el puerto guipuzcoano desde donde exporta habitualmente Opel, carece de rutas directas con ese continente mientras que el de Vigo ofrece tres: a México (Höegh Autoliners), Chile (CSAV) y Brasil (Grimaldi).

El transporte de los C3 Aircross en tráiler desde Aragón a Vigo comenzó el pasado 15 de septiembre. Hasta el momento, estos vehículos se han embarcado en las líneas de México y Chile, ambas con itinerarios que tocan una gran variedad de puertos, desde los de islas caribeñas como Martinica o Cuba, pasando por Cartagena de Indias (Colombia), Jacksonville y Baltimore (Estados Unidos) y hasta algunos de los principales del Pacífico como Callao (Perú) o Manta (Ecuador). Los operadores vigueses no descartan que el SUV de Citroën pronto se incorpore a otras rutas como la brasileña. "Es que acaba de iniciarse su venta", apuntan.

En efecto, la producción en serie en Figueruelas del nuevo modelo de PSA arrancó el pasado julio y no fue hasta septiembre cuando salieron las unidades hacia su distribución por los concesionarios. Del éxito cosechado en su estreno en la red de ventas hablan por sí solos los datos aportados esta misma semana por la marca gala: 9.000 pedidos solo Europa (1.000, en España).

Como ocurre siempre con los lanzamientos, los volúmenes destinados a la exportación parten de cifras muy discretas para subir de forma progresiva en función de las ventas. Así en comparación con los otros modelos de PSA fabricados en Balaídos que dominan la campa boucense, la presencia de los C3 Aircross todavía pasa inadvertida. Hasta la techa, los cargados entre Höegh y CSAV rondan las 200 unidades. Esta semana llegaron otras 56 más a la terminal viguesa para su inminente salida hacia Chile, y en días se esperan otras tantas para México. Aun siendo cargamentos menores, es su procedencia la que dispara la expectación entre las empresas que gestionan sus movimientos. Sostienen que la elección de Vigo para la salida al exterior de la producción del Citroën de Zaragoza podría ser el "preámbulo" de la llegada de otros modelos de la marca Opel. "Ahora lo importante es que este interesante tráfico de Figueruelas crezca y se consolide", inciden.

Las previsiones para la terminal Ro-Ro que maneja la Autoridad Portuaria avanzan un fuerte crecimiento que estará protagonizado, según los agentes consultados, por ese flujo exportador a Sudamérica. Precisamente Höegh Autoliners acaba de firmar un contrato de tres años con PSA que garantiza el mantenimiento de la conexión con México hasta 2021. Con dos años recién cumplidos desde su estreno en Bouzas, la evolución aquí de la naviera noruega cumple con creces sus expectativas. Con dos escalas al mes que su director en España, Iñaki Echeverría, se resiste a considerar "oficialmente como fijas, sino una adaptación a la demanda", admite que esta segunda salida es ya habitual, tanto que en menos de 72 horas de la próxima semana atracarán dos de sus buques, el Osaka y el Maputo. "No podemos quejarnos; vamos muy bien", confiesa el responsable de la línea.

Temor a la falta de tren

De los poco más de 300 vehículos iniciales ahora Höegh supera los 1.000 embarcados al mes solo con los aportados por PSA: Berlingo, Partner, C-Elysée y 301, y en mucha menor medida, los C3 Aircross de Zaragoza. Los mismos modelos que transportan desde Vigo los buques de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), la naviera más grande y la decana de Latinoamérica, ahora en el cuarto puesto del ranking mundial por su fusión con la alemana Hapag-Lloyd. De media, en su escala mensual, CSAV embarca en Bouzas en torno a 900 unidades.

Si la llegada de vehículos de PSA desde Figueruelas refuerza el optimismo que ya reinaba entre los operadores de Bouzas -muy pendientes de la fecha del lanzamiento el próximo año de las K9- también les ha hecho pensar en la principal debilidad de la terminal Ro-Ro viguesa: la falta de una conexión directa ferroviaria. Por esta carencia, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) siempre penaliza a Vigo. A pocas semanas de que esta organización realice una nueva auditoría a la terminal, las empresas avisan al Puerto de que "tarde o temprano la falta del tren nos pasará factura". Aseguran que las marcas ya lanzan ese reproche en la negociación de los contratos.