Las películas del 22 Festival de Cine Internacional de Ourense, OUFF, se han instalado ya en la cartelera de las salas Pontevella, Auditorio, Teatro Principal y Cineclube Padre Feijóo. Y mientras esto sucede, el OUFF sigue tendiendo puentes entre las industrias culturales de Galicia y Portugal y apostando por los proyectos de los nuevos creadores. Ayer, primer jornada tras la gala inaugural de la noche del viernes con el estreno en Galicia de Trinta Lumes, de Diana Toucedo, el certamen sentó en diferentes foros a empresas, organismos culturales y creadores.
En el Liceo se dieron cita los representantes de 29 entidades y productoras gallegas y portuguesas participantes en el III Encuentro de Coproducción Audiovisual Portugal-Galicia que por tercer año consecutivo organizan la Agencia Galega das Industrias Culturais, Agadic, y el Instituto do Cinema e do Audiovisual de Portugal, ICA. El foro acogió a lo largo de toda la jornada más de 80 reuniones concertadas por la organización con el objetivo de que los responsables de las compañías acreditadas entren en contacto directo con potenciales socios estratégicos. El OUFF se convierte así en la plataforma desde la que impulsar la coproducción de proyectos para cine y televisión. Los participantes presentan proyectos audiovisuales en fase de desarrollo y los ponen en común a través de las rondas de reuniones buscando así nuevas oportunidades de financiación, e incluso el intercambio de profesionales técnicos y artísticos.
El director de Agadic, Jacobo Sutil, asistió al encuentro para dar la bienvenida a los participantes y aplaudió la consolidación de una iniciativa, dijo "necesaria" para estrechar las relaciones entre los sistemas audiovisuales gallego y luso, tanto en el campo institucional como profesional. "El impulso de la relación con los agentes de las industrias creativas y culturales de Portugal es una prioridad para la Xunta", apuntó.
Fruto de estos encuentros profesionales en ediciones anteriores han surgido proyectos como Vidago Palace (de HOP! y Portocabo) o Día de Mortos (de Ficción Producciones, EMC y Lightbox).
En esta ocasión, el encuentro ha propiciado el intercambio entre 15 entidades gallegas y 12 portuguesas. Por la parte gallega participaron la Asociación Galega de Produtoras Independentes (Agapi), Adiviña Produccións, Agallas, Cinemar, Control Z, CTV, Ficción Producciones, Ollo Vivo, Portocabo, Recrea, Sr. Pause, Vía Láctea Filmes, Voz Audiovisual, Walkie Talkie Films y Televisión de Galicia. Desde Portugal se desplazaron los representantes de Anexo 82, Animais AVPL, David&Golias, Jumpcut, Lightbox, Lx Filmes, Mares do Sul, Original Features, Stopline Filmes, Take 2000, Zulfilmes y Radio Televisão de Portugal (RTP).
También arrancó ayer en el Auditorio el primer Foro Áncora centrado en la posproducción para largometrajes en proceso avanzado. El comité asesor formado por Martin Pawley, Ana Isabel Strindberg y Marilia Rocha evaluó ayer las propuestas de dos de los cuatro cineastas seleccionados, Diana Toucedo y Alberto García. La primera, autora del filme inaugural del OUFF, presentó el proyecto en el que trabaja ahora, Puerto deseado, y el segundo Eco. Hoy será el turno de Eloy Domínguez, con Hamada, y Tiago Hespanha, con Campo. En estas sesiones, que se desarrollan a puerta cerrada, los expertos aconsejan a los creadores y valoran sus propuestas.
El foro incluye la entrega de dos premios, uno para la posproducción de sonido en Cinemar Films, valorado en 7.000 euros, y otro para la posproducción de imagen en Laboratorio Numax, por importe de 4.000 euros.
Efectos especiales
La formación también tiene un peso importante en este festival y ayer los amantes de los efectos especiales pudieron asistir a una masterclass a cargo de Federico Ransenberg en la Molinera. Acudieron una veintena de personas que pudieron conocer el proceso de creación de efectos climáticos, mecánicos y pirotécnicos en las películas, además de técnicas de montaje de efectos y otras curiosidades sobre los efectos especiales físicos en la gran pantalla. Ransenberg, que participó en películas como El Perfume, El pallasso i el Führer o Lucky Luke, ofreció a los asistentes herramientas para evaluar los efectos, tanto desde el punto de vista técnico como en lo relativo a la dirección, producción o iluminación
