La jornada incluye el descubrimiento de una placa conmemorativa de los 25 años de la Tecnópole en la entrada del edificio principal y varias actividades centradas en las empresas. Entre ellas, una mesa redonda en la que varios representantes de empresas de la Tecnópole reflexionaron sobre los principales retos de futuro a los que se enfrentan.

Javier Taibo, de Egatel (primera empresa en instalarse en la Tecnópole, en 1993), destacó que la revolución tecnológica obliga a las empresas a invertir en innovación y a recuperar esa inversión en muy poco tiempo "porque los ciclos de las tecnologías son cada vez más cortos". Desde su experiencia en el sector de la aeronáutica, Iago Fontán, de Coasa, destacó que el espíritu emprendedor que ya existe en Galicia precisa "una estrategia institucional de apoyo" para dar el empujón inicial.

Lucía Novelle, de Ingeo, señaló que el futuro pasa por la especialización y por la colaboración: "Uno no puede ser bueno en todo, tiene que focalizarse mucho y después buscar las alianzas que le permitan crecer". Por su parte, David Robledo, de Coren, subrayó la necesidad de apostar por la sostenibilidad y por el talento en la actividad industrial.

Desde el sector de las TIC, José Antonio Losas, de Conexiona, indicó que en el marco de la industria 4.0, un pequeño empresario puede llegar al mercado global a un precio competitivo gracias a una red de interacción con otras empresas "que le permita enfocarse al cliente con productos personalizados".

La jornada contó con la participación del mago y experto en neuromarketing Kiko Pastur, que explicó varios trucos para atraer y retener la atención o para identificar el engaño, al tiempo que incidió en que, para vender una idea o un producto, primero hay que vender al que lo vende. Asimismo, el experto en coaching Daniel Álvarez Lamas animó a los directivos a incentivar a las personas para que desarrollen todo su talento.