La mujer de 52 años que desapareció en la tarde del pasado lunes de su casa en la feligresía de Tourem, perteneciente a la villa portuguesa de Montalegre, fue encontrada ayer sin vida en la aguas del embalse de Salas, ya en el término municipal de Muíños. Los efectivos del GES de este concello localizaban el cuerpo flotando poco antes de las 19.30 horas.

La fallecida tenía un cierto grado de discapacidad psíquica, y no solía alejarse de la vivienda familiar, según fuentes de los servicios que colaboraron en su búsqueda. En caso de hacerlo, tomaba otra dirección, hacia la casa de unos familiares que viven muy cerca del lugar en el que ella residía en Tourem. Sin embargo, tras una búsqueda inicial en las inmediaciones de su vivienda, el dispositivo, conformado por efectivos de la Guardia Nacional Republicana de Portugal, bomberos voluntarios, Guardia Civil y miembros del GES, se trasladaba hasta el embalse ourensano gracias al olfato de perros adiestrados que confirmaban que su rastro terminaba en las aguas de la presa.

Eso hacía pensar, según fuentes de la investigación, que podría haber llegado hasta allí, aunque creen que es difícil que lo hiciera de forma voluntaria, pues está alejado, salvo que se hubiera desorientado a causa de la densa capa de humo que había esos días en la zona a consecuencia de los incendios que quemaron buena parte de la zona del Parque Natural de O Xurés que comparten Galicia y Portugal. Una circunstancia que también provocó que las brigadas no pudieran dedicarse a fondo a la búsqueda el primer día por falta de visibilidad.

Ya el miércoles, el equipo de buceo de la Unidade de Mergulhadores dos Bombeiros Voluntários Cruz Branca de Vila Verde inspeccionaban la zona acompañados de nuevo por una embarcación del GES de Muíños, pero el operativo quedaba suspendido sin resultados. Fueron los miembros del GES los que continuaron la búsqueda y terminaron localizando el cadáver.