El acusado de realizar tocamientos a la menor hija de un cliente al que llevaba una garrafa de vino negó ayer los hechos y afirmó que lo relatado por la denunciante es falso. V.G.R., que compareció ante el tribunal de la Audiencia acusado de un delito de abuso sexual a una menor de 16 años, alegó en el juicio celebrado a puerta cerrada que no sólo no entró en la vivienda como afirma la presunta víctima, sino que al comprobar que el padre no estaba en la casa dejó la garrafa y se fue.

La menor, en cambio, se ratificó en la denuncia y relató el mismo suceso que el 26 de junio de 2016 le contó a su madre cuando llegó a casa, repitió después ante la Guardia Civil y mantuvo en todas las ocasiones en las que tuvo que prestar declaración.

La fiscal solicitó tres años de prisión para el acusado y tres mil euros de indemnización para la denunciante, además de la prohibición de acercarse a ella o a su domicilio durante cinco años. La defensa solicitó la libre absolución argumentando contradicciones en el relato de la víctima

Los hechos sucedieron a las 11.00 horas de la citada mañana de junio. Según el relato de la fiscal, V.G.R., presuntamente aprovechó que el padre de la menor que entonces tenía 15 años, no estaba en casa, para entrar en el domicilio sin permiso y, "guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", agarrarla por la cintura "y tocarla por encima de la ropa en los pechos y la zona vaginal, mientras le decía que era una cosa normal y que si quería un hijo suyo le daba su teléfono". La menor, que aseguró que no lo conocía, se repuso "reiteradamente" y llegó a darle "un manotazo" para deshacerse de él, hasta que abandonó la casa.

La prueba pericial no ha sido concluyente respecto a la credibilidad del testimonio ya que, según ha explicado la fiscal al término de la vista, el hecho ocurrió muy rápido lo que impide determinar con total precisión y en base a unos criterios establecidos si la presunta víctima miente o dice la verdad.