Con las llamas controladas, llega el momento de enfrentarse a los daños. Los alcaldes de al menos cuatro concellos de la provincia de Ourense, Maceda, Carballeda de Avia, Paderne de Allariz y Parada de Sil ya han tomado la decisión de solicitar la declaración de zona catastrófica. Según las estimaciones que manejan estos regidores, en los fuegos que asediaron sus municipios los últimos días habrían ardido un total de 8.200 hectáreas: 3.600 en Carballeda de Avia, 2.000 en Parada de Sil, 1.400 en Maceda y 1.200 en Paderne de Allariz. En Melón, donde tres casas han sido pasto de las llamas, fuentes del concello indicaban que también valoraban unirse a esta petición.

Y lo que queda por arder, pues todavía permanecen activos cuatro grandes incendios en la provincia, repartidos en los concellos de Montederramo, A Gudiña, Vilar de Barrio y San Cristovo de Cea. Poco antes de las 21.30 horas de ayer, los medios conseguían extinguir hasta 14 incendios forestales, que quedaban controlados ya desde por la mañana.

Luis Milia, el alcalde de Carballeda de Avia, uno de los más castigados de la provincia, pues habría ardido más del 70 % de su territorio, confirmaba ayer que los trámites de solicitud de zona catastrófica ya se habían iniciado, incluyendo esta propuesta en el orden del día del pleno municipal del próximo viernes. "Ha habido daños cuantiosos que creemos que justifican esta medida. Se han perdido casas, alpendres, además del daño irreparable que ha sufrido el entorno de Pena Corneira", enumeraba el regidor.

En Maceda, Rubén Quintas, su alcalde, centraba ayer sus esfuerzos en valorar los datos que le iban llegando de los servicios de extinción, de técnicos y de afectados. "Tenemos previsto reunirnos con los ganaderos para evaluar los daños que han sufrido en sus explotaciones, que han sido cuantiosos", explicaba el primer edil.

En este concello de la comarca de Allariz se han quemado establos, tendidos eléctricos y también se han visto seriamente afectados los cercados de numerosas fincas. "El fuego ha consumido hasta el silo con el que los ganaderos alimentan a las vacas", lamentaba Rubén Quintas. El regidor ha iniciado ya los contactos con las administraciones para iniciar el proceso, aunque calcula que todavía tardarán "un mínimo de 72 horas en analizar todos los datos".

Las energías de José Manuel Fernández, alcalde de Parderne, se centraban en devolver las prestaciones básicas a los vecinos. Las primeras valoraciones ya dejaban claro la gravedad de la situación. "Necesitaríamos más medios para evaluar la situación, pero todo parece apuntar a que somos candidatos para la declaración de zona catastrófica", defendía. En términos similares se expresaba la alcaldesa de Parada de Sil, Yolanda Jácome. "Aquí las llamas devoraron casi un tercio del ayuntamiento. Se han perdido muchísimas plantaciones y necesitaríamos ayudas para repoblar", aseveró la regidora.