Faustino Míguez siendo ya sacerdote a las mujeres, heroínas" así como "el alma de la familia y la parte más interesante de la sociedad, las que traen la paz" según sus palabras. Por ello contribuyó con el ejemplo a la dignificación de las mujeres a las que se le negaba entonces en el siglo XIX, el derecho a la educación y fundó la orden de las Hijas de la Divina Pastora Calansancias, en la actualidad cuenta con colegios y centros en los cuatro continentes.

Ayer, asistió la misa celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano en Roma, presidida por el Papa Francisco y concelebrada entre otros por el obispo de Ourense Leonardo Lemos, con presencia del cardenal y exobispo de la diócesis ourensana Carlos Osoro, y a la que asistió una entregada delegación de esta provincia integrada por un centenar de personas, entre ellos familiares, vecinos de la localidad natal de Celanova, políticos como el vicepresidente de la Diputación, hermanas Calasancias. Todos participaron del solemne acto de canonización en el que, el hasta ayer beato Faustino Míguez, fue inscrito en el Libro de los Santos, con todos los honores y acompañado por la música típica de su tierra.

"Fue muy emotivo"

"La ceremonia fue muy emotiva y en especial la actuación que realizó la Real Banda de Gaitas de la Diputación" relataba ayer Pablo Montero, sobrino-bisnieto de Faustino Míguez una de las personas que ayer se desplazó con esa delegación de ourensanos que asistió a la ceremonia de canonización.

Fue en una Plaza de San Pedro engalanada con imágenes de muchos de los 35 beatos que fueron canonizados, entre ellos la del San Faustino Míguez, que lució en una de los arcos y que es ya el tercer ourensano que sube a los altares.

San Faustino Míguez de nombre secular Manuel Míguez González, nació en marzo de 1831, en el pequeño pueblo de Xamirás en el concello ourensano de Celanova y falleció el 8 de marzo de 1926 en Getafe .Fue sacerdote de la Orden de las Escuelas Pías, fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora; educador y botánico, también fue fundador de los laboratorios Míguez.

Fue beatificado en 1998 por Juan Pablo II en el Vaticano. Para dar ese paso, era preciso un milagro y la familia de la chilena Verónica Stobert, le atribuye su curación al, tras haberle ofrecido unas oraciones a San Faustino, pidiéndola que la sanara. Ayer Verónica, y su familia chilena asistieron a la canonización.

Como curiosidad Faustino Míguez murió un 8 de marzo, día que dedica la iglesia a honrar y celebrar este santo y es el mismo día que se celebra en el mundo el día de la Mujer Trabajadora, por cuyos derechos el tanto luchó.