La reunión que celebró ayer la comisión de seguimiento del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), en la que estuvieron presentes los representantes de los grupos políticos, técnicos municipales y el equipo redactor, no despejó ese horizonte incierto en el que se encuentra sumergido el concello, toda vez que en estos momentos está vigente el planeamiento de 1986, después de sucesivas anulaciones por los tribunales del plan de 2003 y posteriormente la ordenación provisional. Fue una reunión "eminentemente técnica", sin que se iniciase formalmente una negociación que permita al gobierno popular llegar a un acuerdo con algunos de los grupos de la oposición; DO, PSOE y OUeC, para contar con la mayoría necesaria, los 14 votos, para su aprobación provisional.
Así las cosas, con el bloqueo que se mantiene ante la falta de consenso, el edil de Urbanismo, José Cudeiro, anuncia que una vez se concreten las correcciones que establece el informe medioambiental de la Xunta en el documento final del plan de Urbanismo, "que son muy sencillas y se pueden hacer en el plazo de un mes", el documento final está listo para su aprobación provisional en una pleno.
En este sentido, Cudeiro dejaba patente la intención del gobierno municipal de llevar el documento al pleno de diciembre, previo proceso de negociación, sin que eso suponga más demoras, y de esa forma cumplir la hoja de ruta que se había marcado. "Llevaremos el documento final para su aprobación al pleno para que se vote, y la ciudadanía sepa las postura y los intereses que defiende cada uno de los grupos".
El responsable del área de Urbanismo alerta sobre las consecuencias de que no se apruebe el nuevo plan, y que no dudó en calificar de "muy graves". Y concreta que "se perderá algo más de un millón de euros", que es el coste del actual documento, y se tendrá que "gastar una cantidad similar para elaborar uno nuevo". Además de que eso llevará consigo que "deberán pasar entre 5 y 7 años para que se pueda aprobar".
También hizo especial referencia Cudeiro a las consecuencias económicas que tendrá para la ciudad seguir sin un planeamiento urbanístico, sobre todo para el desarrollo de actuaciones en diferentes ámbitos, sobre todo en lo que se refiere al desarrollo termal previsto. Sin dejar de lado "los puestos de trabajo que se pueden perder, así como los que no se crearán ante la falta de actividad".
Las consideraciones del responsable de Urbanismo fueron rechazas de plano por parte de los grupos de la oposición, que no dudaron en reprocharle al unísono que por parte del gobierno popular "se nos intente responsabilizar de la situación urbanística en la que se encuentra la ciudad y que generó el propio Partido Popular".
Para insistir en que "no es mismo documento el que aprobó inicialmente a finales del pasado mandato el gobierno socialista", como mantiene Cudeiro, y aludir a que se produjeron "importantes modificaciones" con las que no están de acuerdo. Una cuestión sobre la que vienen insistiendo. Así, el socialista Javier Rey dejaba claro que "no veo posible que se apruebe provisionalmente el documento a finales de año". En esa misma línea se pronunció el portavoz de OUeC, Martiño Vázquez, al denunciar la "falta de diálogo por parte del gobierno del PP". Y advertir que "es otro documento, con cambios concretos".
