Un joven de 20 años admitió ayer la agresión a su expareja y aceptó una condena de 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito de maltrato. Según recoge el escrito del fiscal, fue el padre de su novia el que lo separó cuando estaba agarrando por el cuello a la víctima.

Sucedió en un parque de Barbadás en febrero de 2016, al que acudió el acusado tras hablar por teléfono con una amiga y escuchar a su ex reírse de fondo. Se presentó en el lugar, la agarró del pelo y la tiró al suelo. Cuando la chica se levantó la cogió del cuello y apretó, dice el escrito, "hasta que fue separado por el padre de la novia del acusado".

La pena inicial de 9 meses de prisión quedó reducida a trabajos comunitarios por conformidad y la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 300 metros y comunicar con ella durante dos años. También deberá indemnizar a la joven, que sufrió eritema en el cuello y dolor de espalda, en 80 euros, así como pagar los gastos médicos cifrados en 256 euros.