La Guardia Civil arrestó ayer al sospechoso de provocar seis incendios forestales entre el 30 de julio y el pasado 2 de octubre en diversos lugares del parque natural del Xurés, una de las zonas más castigadas por el fuego y en la que todavía ayer se registró un nuevo foco en la parroquia de Río Caldo, Lobios, el tercero este mes en esa zona, aunque ninguno de ellos se le atribuye al detenido.

El sospechoso, que pasará esta mañana a disposición del Juzgado de Bande, es un miembro de la brigada municipal de extinción de incendios de Lobios. Se trata de M.G.F., de 21 años y vecino de Puxedo, localidad del mismo concello en el que desempeña su actividad laboral como efectivo dedicado a la lucha contra los incendios.

Según los datos facilitados por la Guardia Civil, la oleada de incendios registrados este verano en la comarca de A Baixa Limia, con especial incidencia en el parque natural de O Xurés, puso en marcha la denominada operación "Lumex", para dar con los responsables.

Varias inspecciones técnico-oculares determinaron que los fuegos habían sido intencionados y que los focos de inicio estaban siempre "estratégicamente distribuidos" y en laderas de fuerte pendiente. Todo ello con el supuesto objetivo de que las llamas se propagasen lo más rápido posible. También son zonas de difícil acceso para los efectivos de las brigadas, lo que complica los trabajos de extinción.

Toda la investigación realizada, junto con el testimonio de algunos vecinos de las zonas afectadas, llevaron a los agentes de la Guardia Civil a la identificación del brigadista, que fue detenido ayer por la mañana como presunto autor de seis delitos de incendio forestal.

El joven arrestado trabajaba como miembro de la brigada municipal del ayuntamiento de Lobios y supuestamente utilizaba el itinerario desde su domicilio hasta la base de la brigada para plantar los diferentes fuegos. De hecho, apunta la Guardia Civil, "todos los incendios se producían a escasos minutos del comienzo de su jornada laboral", de forma que cuando el distrito de extinción de incendios detectaba el inicio del fuego, el presunto autor del mismo "ya se encontraba trabajando". Esto llevó a que, en ocasiones, el propio detenido "era desplazado a apagar el incendio que él mismo había provocado".

La Guardia Civil llama la atención sobre la gravedad de los hechos, ya que en algunos incendios las llamas llegaron a poco más de cien metros de las viviendas. Es el caso del incendio registrado el 22 de agosto en Silvares de Grou, Lobios, en el que ardieron 2 hectáreas.

En total, los seis fuegos atribuidos al brigadista suman una superficie afectada de 7,45 hectáreas, la mayoría arboladas. El primero se registró el 30 de julio en Os Chaos, Lobeira, con 3,5 hectáreas quemadas. A este le siguieron dos conatos en Lobios los días 14 y 16 de agosto, y el citado de Silveira. En septiembre se le imputa el que calcinó una hectárea en San Martiño de Araúxo, también en Lobios; y el 2 de octubre otro conato en Feiravella, Entrimo.