La Ribeira Sacra cerró la vendimia este fin de semana, con la recolección de 5,5 millones de kilos de uva, lo que representa un descenso del 4% con respecto a la cosecha media. El año pasado rozó los 7 millones de kilos. Esta denominación de origen se encuentra en un período de crecimiento, pero en 2015 por el mildiu y este año por las heladas "nos quedamos un millón de kilos por debajo de lo que normalmente recogeríamos".

La calidad del vino "va a ser extraordinaria, debido a que tuvimos un tiempo seco y altas temperaturas".

La Ribeira Sacra dedica dos tercios de su producción al autoconsumo. La variedad predominante es la Mencía, para la producción de vino tinto. Contrariamente a lo que sucede en las demás denominaciones de origen, en las que predomina la producción de blanco, más del 80% del vino que se elabora en la Ribeira Sacra es tinto. Dedica a la exportación cerca del 10% del producto. La mayor parte de la demanda de este vino se concentra en Estados Unidos e Inglaterra.

Las denominaciones de origen de la provincia pierden 6 millones de kilos de uva. Cierran la vendimia con 22 millones de kilos, de los cuales 9.150.000 corresponden a O Ribeiro -continúa la recolecta hasta el próximo fin de semana, por lo que esta cantidad se va a incrementar-, 4.180.488 a Valdeorras, 5,5 millones a la Ribeira Sacra y 2.884.103 a Monterrei. O Ribeiro va a registrar una pérdida próxima a los 2 millones de kilos, Valdeorras desciende 2,3 millones, Monterrei 1,5 millones y la Ribeira Sacra baja tan solo 100.000 kilos de uva.

La denominación de origen del Ribeiro mantiene abierta la vendimia hasta el próximo fin de semana, para recoger las uvas que quedan en las viñas en las cepas afectadas por las heladas, pertenecientes principalmente a los concellos de Beade, Leiro y algunas zonas de Ribadavia, en la Ribeira del Avia, y en la parte alta de Castrelo de Miño. El pasado viernes, la recolección ya había alcanzado 9.150.000 kilos, frente a los 11,6 millones de la cosecha anterior.

La directora técnica de la denominación de origen del Ribeiro, Nuria Álvarez, confirma que "con las temperaturas altas que tenemos, la uva está alcanzando un grado de maduración óptimo para poder recogerla. Se encuentra muy sana". Pese a que se va a reducir la producción, Álvarez asegura que no habrá problemas de abastecimiento del mercado, porque queda alguna reserva del año pasado.

Este ha sido un año atípico en la denominación de origen del Ribeiro, porque empezó la vendimia a mediados de agosto -en lugar de hacerlo a mediados de septiembre-, a finales de mes tuvo otra recolecta forzada por los efectos del granizo y en estos días, hasta el próximo domingo, realizará la final, para aprovechar los rebrotes que han tenido las cepas tras las heladas. Tradicionalmente, O Ribeiro suele hacer la vendimia desde mediados de septiembre, hasta principios de octubre.

El 90% de la producción corresponde a vino blanco, con la treixadura como variedad mayoritaria, seguida por el torrontés, loureira, godello y albariño. El 10% restante corresponde al tinto.

La denominación de origen del Ribeiro ya cuenta con reglamento para amparar la producción de vino espumoso, que empezarán a producir las bodegas en las próximas campañas. También continúa con la producción de tostado, en pequeñas cantidades, por ser muy laboriosa.

La denominación de origen de Valdeorras ha cerrado la vendimia el pasado jueves, con la recolección de 4.180.488 kilos de uva, frente a la media histórica, que se encuentra en 6,5 millones de kilos de uva. Los datos todavía no están cerrados, por lo que pueden producirse pequeñas modificaciones. La merma ha sido de más de 2,3 millones de kilos, lo que representa una caída del 35% de cosecha. Del conjunto, 1.984.651 kilos corresponden a godello, 1.330.475 a Mencía, 4.341 a dona blanca, 345.281 de jerez, 465.031 a alicante, 4.664 kilos de merenzao, 8.976 a brancellao, 17.767 a sousón y 19.302 a tempranillo.

El técnico Santiago Pérez explica que esta cosecha "es la más pequeña de los últimos veinte años" en la denominación de origen Valdeorras, por el efecto de las heladas y del granizo. Ya había registrado caídas muy importantes en 1986 y en los años noventa, con menos bodegas amparadas.

Al principio, los técnicos de esta denominación de origen calcularon que la cosecha en Valdeorras podía reducirse a 3,5 millones de kilos, por las heladas. "El resto corresponde al rebrote del 20% que hubo en las cepas afectadas", explica Santiago Pérez.

La denominación de origen de Valdeorras tiene este año "una de las cosechas más cortas" de la historia. Sin embargo el proceso de la vendimia se ha prolongado desde el 14 de agosto hasta el 5 de octubre. Gracias al rebrote registrado, tras las heladas del 28 y 29 de abril, que le permitieron recuperar el 20% de la producción, "pasaron las pérdidas del 50 al 35%".

La calidad de la uva con la que va a elaborarse el vino de Valdeorras "es excepcional, por la concentración de azúcares que contiene, grados alcohólicos medios en torno a los 13 grados, con seis puntos de acidez, por lo que se va a producir un vino espectacular", resalta Santiago Pérez. Y asegura que esta denominación de origen podrá cubrir la demanda de mercado existente con la cosecha de este año, reforzada por las pequeñas reservas que quedan del anterior. Dedica a la exportación en torno al 16%.

La denominación de origen Monterrei concluyó la recolecta el viernes, con 2.884.103 kilos de uva, de los que el 70% corresponden a variedades blancas y el 30% restante a tintas. Con respecto a la campaña anterior, en la que alcanzó 4.470.338 kilos, se ha producido una reducción del 35,48%. La merma se debe a las heladas registradas las noches del 27 y 28 de abril, el granizo de finales del mes de agosto y la ausencia de lluvia en los últimos meses. Realizó la vendimia en dos etapas. Primero recolectó las uvas en las viñas que no resultaron afectadas por las heladas, y en la segunda aprovecharon los rebrotes que lograron salir adelante con las altas temperaturas.

Inició la vendimia el 26 de agosto, con un adelanto de más de tres semanas con respecto al año anterior.