El que apuntaba a ser el pleno más largo del siglo en el Concello -con casi una treintena de puntos entre ellos la modificación de la ordenanza del Impuesto de Bienes Inmuebles- acabó en un bronco cruce de insultos y descalificaciones que se saldó con un abandono del salón de plenos de parte de la oposición, acusando al regidor de cortar su tiempo de intervención. El primero que abandonó el pleno, airado porque el alcalde cortaba su intervención, fue el portavoz de Ourense en Común, Martiño Xosé Vázquez.

En el exterior, el portavoz del grupo de Democracia Ourensana trataba de convencer a su oponente el portavoz de Ourense en Común de que regresase al pleno en medio de una insólita escena de sofá. Los otros dos ediles del grupo de la Marea abandonaban el pleno en solidaridad con su compañero. La tensión siguió in crescendo y el alcalde tuvo que suspender la sesión. Fueron retiradas las mociones de PSOE y Ourense en Común pues la ausencia de ambos les impide defenderlas

Pese al caos, sí salió adelante lo que realmente iba a centrar el debate plenario, la rebaja del IBI en un 10 por ciento para 2018. También las modificaciones de crédito para pagar más de 400.000 euros para pagar las subvenciones para entidades sociales, sanitarias, comercio o asociaciones vecinales. Salió adelante solo con los votos de PP y DO.