El portal web "Semanarios de Verín", un proyecto documental pionero creado por la Biblioteca Municipal de Verín, que recoge los periódicos históricos de la villa, desde 1893 al 1936, se presenta hoy a las 19.30 horas. Este proyecto nació en diciembre de 2016 cuando la biblioteca municipal recibió de Santiago Cid Harguindey cerca de 2000 reproducciones y un ciento de originales de los antiguos semanarios que tuvo Verín desde finales del siglo XIX hasta 1936.

La presentación correrá a cargo de periodistas, escritores, y de miembros de la corporación verinesa. Los semanarios incluidos en el proyecto y en fase de reproducción son: "El Támega" ("Nuevo Támega"), "El Eco de Monterrey", "Heraldo de Verín", "La Opinión", "El Clamor", "Monterrey", "El Cencerro" y "La Víbora", estos dos últimos de género satírico. En esta edad de oro del periodismo local, Verín llegó a tener 14 cabeceras a lo largo del tiempo. Las cabeceras con las que la Biblioteca está trabajando en la actualidad son: "El Támega" (que luego se convirtió en el "Nuevo Támega"), del que hay unos 900 ejemplares, y el "Heraldo de Verín", con un tramo cronológico mucho menor, de 1911 a 1917 (excepto una aparición fugaz en 1946 de dos ejemplares).

Este trabajo se desarrolla íntegramente en la biblioteca de Verín y tiene una previsión de años vista dada la minuciosidad y rigor con que se realiza. Solo el proceso de digitalización fue externalizado por resultar más económico. La web está ubicada dentro del servidor de la propia biblioteca: http://hemeroteca.bibliotecadeverin.es/. Ahora, y con el trabajo en marcha, ya está catalogado el periódico "El Támega" ("Nuevo Támega" ), desde el año 1916 al 1921.

En este período de registro, catalogación, digitalización que se está llevando a cabo en la Biblioteca de Verín ya se encontraron verdaderas joyas que ayudan a entender mejor el pasado de la villa, como fue la confirmación de la visita prevista de la infanta Isabel de Borbón y Borbón cara a los balnearios de Verín, o mismo las memorias de los directores/médicos de los balnearios de finales del siglo XIX, donde recogían todo su buen hacer con una descripción magnífica, que da idea de lo que era Verín como destino balneario a comienzo del siglo XX.