Cuatro obreros encontraron en el mes de enero de 1962 un tesoro arqueológico en el Concello de Calvos de Randín, cuando realizaban una pista forestal en el monte Facho, en las tierras de Feás. Un conjunto de 17 tortas de plata, se encontraban en el interior de una vasija de cerámica que se fracturó en el momento de la recogida. Estaba protegida por un pequeño muro circular de piedra.

Lo primero que hicieron fue repartir las tortas, pero cuando uno de ellos intentó usarlas para soldar, pensando que eran estaño, comprobó que no podía. Intranquilo ante lo desconocido, entregó las suyas al encargado de la obra. Otro se las dio a la Guardia Civil, que poco tiempo después las recuperó todas. Este hallazgo fue estudiado por Belén Lorenzo Rumbao, como la "Pieza del Mes" del Museo Arqueológico.