La Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) ha declarado la alerta por sequía en la demarcación, después de que la Oficina Técnica de la Sequía analizara ayer los datos del año hidrológico, que ha concluido en la jornada del sábado. El presidente del organismo, Francisco Marín Muñoz, ha confirmado que se trata del "año más seco de la historia, desde que tenemos datos, con cierta fiabilidad". El nivel de precipitaciones ha sido un "40% por debajo de la media". Han caído 670 litros por metro cuadrado, en un período que "tendría que haber llovido más de 1.100 litros por metro cuadrado", según la media.

Las zonas que se encuentran en peor situación son el Cabe, (Lugo), el Limia y el Sil, en la parte superior -el Bierzo-. Debido a la escasez de precipitaciones y de caudales, numerosos municipios ya han renunciado a la petición de concesiones de agua temporales, para hacerlas permanentes, al comprobar las dificultades que tienen para captar suficiente caudal. Ese ha sido el caso de Ribadavia, Vilamartín, A Rúa-Petín y Paradela (Lugo), además de ganaderos del oriente ourensano y de Baralla.

La caída del nivel de los embalses de agua ha propiciado que la producción hidroeléctrica, a nivel de Estado, se haya reducido a la mitad en este año hidrológico.

Esta demarcación hidrográfica permanecía desde mediados de enero en situación de prealerta por sequía -el encontrarse las reservas en el 65%, por debajo de la media-. En la jornada de ayer entró en situación de alerta, porque las reservas de agua están entre el 40 y el 65%. En el caso de que continúe sin llover, y las reservas se sitúen en el 40%, por debajo de la media, entraría en una situación de emergencia.

Francisco Marín explica que el nivel de los caudales circulantes en la demarcación, en ríos no regulados -los que no cuentan con embalses- "es muy diferente". El río Louro, en Tui, "lleva un 10% menos de agua". Sin embargo el río Ladra, en Benavente, "lleva un 41% menos de agua de la que debería tener". El río Miño, en Lugo, lleva un 59% menos de agua de la media. El río Lor lleva el 69% menos de agua que la media.

El volumen de agua embalsada se encuentra en el 44,5% de la capacidad de los embalses de la demarcación, de los 3.000 hectómetros cúbicos que tienen de capacidad. Según la media histórica, tendría que estar al 57%. El año pasado estaba al 61%. Sin embargo en la actualidad se mantiene en el 44,5%, por lo que "permanece por encima de la media del Estado, pero 13 puntos por debajo de la media de la propia demarcación".

Pese a la declaración de alerta por sequía, Francisco Marín comunica que el abastecimiento agua a núcleos de población "está garantizado", y de momento "incluso vamos a mantener los causales ambientales: los caudales ecológicos", pese a que "podría reducirse al 50% el caudal circulante", en los ríos que no están protegidos por la Red Natura.

La CHMS va hacer "algún tipo de restricciones", pero en esta ocasión se libra esta comunidad autónoma, porque en Galicia "no hay regadíos procedentes de embalses que necesiten agua todavía", dado que el valle de Lemos "ya ha concluido el ciclo de cultivos". Sin embargo, en el canal bajo del Bierzo "vamos a reducir a un tercio las dotaciones que nos han pedido para el regadío", con el fin de mantener el agua en los embalses, "para garantizar los usos prioritarios". La CHMS mantendrá la medida, en algunos casos, "por lo menos hasta final de año". El embalse de Vilasouto, del que toman agua Monforte, Bóveda y otros municipios del sur de Lugo, "tiene garantizada el agua hasta el mes de diciembre".

En vista de la situación, Francisco Marín anuncia que la CHMS va a incrementar la vigilancia en las concesiones en alta, para que no se malgaste el agua. En ese sentido, pedirá a los concellos que extremen sus medidas de ahorro, mediante la reducción del riego de jardines, el baldeo de calles y la disminución de la presión nocturna en la red de abastecimiento, para aminorar las pérdidas.