La Xunta de Galicia impulsa la declaración de Ben de Interese Cultural (BIC) para parte de la Ribeira Sacra como paisaje cultural. Este es el paso previo para lograr que la Unesco declare esta zona Patrimonio de la Humanidad.

Representantes de la Xunta, de las diputaciones de Lugo y Ourense, de los distintos concellos de la Ribeira Sacra incluidos en el ámbito del futuro BIC, del Consello Regulador, del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra y del Inorde participaron ayer en una reunión en la que los responsables de Patrimonio del Gobierno gallego les explicaron el proceso a seguir para lograr el máximo reconocimiento y la protección de este territorio, perteneciente a las provincias de Lugo y Ourense.

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, resaltó la "oportunidad histórica para el desarrollo sostenible de la zona" que empieza a recorrerse ahora y concluirá, previsiblemente, con la declaración de Patrimonio Mundial, por parte de la Unesco. Román Rodríguez destaca que la Ribeira Sacra será, en este sentido, "pionera en España", pero que "sigue la senda que ya han recorrido otros países como Francia, Portugal, Italia y Alemania". Responsables de la Administración gallega explicaron diversos aspectos técnicos relativos a la incoación del expediente y la declaración de Ben de Interese Cultural, en la categoría de paisaje cultural.

Técnicos de la Xunta hablaron sobre los tres valores que reúne la Ribeira Sacra para ser BIC, en la categoría de paisaje cultural: los naturales, derivados de la combinación de factores climáticos, geomorfológicos, acuáticos y biológicos de la zona; los culturales, basados en los elementos religiosos, seculares y etnológicos, además de la rica toponimia local; y los mixtos, que resultan de la interacción del ser humano con la naturaleza y la creación de elementos característicos como los bancales.

Los concellos incluidos en el futuro BIC son A Peroxa, A Pobra de Trives, A Pobra de Brollón, A Teixeira, Carballedo, Castro Caldelas, Chantada, Esgos, Monforte de Lemos, Montederramo, Nogueira de Ramuín, O Saviñao, Pantón, Parada de Sil, Paradela, Portomarín, Quiroga, Ribas de Sil, Sober, Taboada y Xunqueira de Espadanedo.

En cuanto a la delimitación de la Ribeira Sacra, técnicos de la Xunta explicaron que por el norte será el cañón del Miño, que limita la presa de Belesar y que recorre las parroquias de Rebordaos, en Saviñao, y de Pesqueiras, en Chantada; y por el sureste, el cañón del Sil, que limita con las parroquias de Vilachá, en Pobra do Brollón, y la de Torbeo, en Ribas de Sil.

El resto de la delimitación continúa la línea del borde de la "bocarribeira", concepto que popularizó Ramón Otero Pedrayo. Se refiere a la pendiente que baja desde el alto de una montaña hasta el río. En la Ribeira Sacra suele estar configurada en bancales.

El área BIC gozará de una protección especial, para asegurar los valores más singulares de la Ribeira Sacra. Las nuevas construcciones, las rehabilitaciones integrales y las actuaciones que alteren el paisaje de una forma importante, dentro de un espacio BIC, "necesitarán autorización" de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural.

Fuera del límite del futuro BIC, se encuentran los exoámbitos, que ayudan a definir los valores extraordinarios de la zona. En ese sentido, serán exoámbitos 17 bienes, entre ellos el monasterio de San Pedro de Rocas, el casco antiguo de Monforte, el poblado de Montefurado y la colegiata de San Xoán de Portomarín, entre otros. Para actuar en ellos, también será necesaria una autorización de la Xunta.

Contará con una tercera zona, concebida como un espacio para "amortiguar". Servirá como margen de seguridad, para evitar que la Ribeira Sacra se vea perjudicada por alguna actuación exterior. En ella hará falta una autorización para ejecutar grandes infraestructuras.