El Concello Regulador de la DO Ribeiro apunta que ya van vendimiados 8.7 millones de kilos de uva, y para hacer un balance con respecto a los dos últimos años pide prudencia y esperar a que se recoja el último gajo de uva. Y es que hay viticultores que hablan de una merma de hasta el 25 por ciento con respecto a la vendimia de 2016 e incluso del 45 con la de 2015. Todo será cuestión de esperar a que el ente regulador ofrezca datos oficiales.

El presidente del ente regulador, Juan Manuel Casares, está revisando los datos de años anteriores y apunta que aunque el grueso de la vendimia ya pasó, aún queda el tercer tramo por vendimiar, de finales de septiembre y primera quincena de octubre, que corresponde a la planta que se vio afectada por el granizo y sufrió un proceso de recuperación.

Pide tranquilidad, ya que destaca que había personas que vaticinaban que ni siquiera se pasaría de los 5 millones de kilos. Apunta que "yo prefiero guiarme por la prudencia y recoger hasta la última uva". Ya vendimiados hasta ahora 8.7 millones de kilos, dice que con tanto accidente meteorológico es muy complicado estimar desde ahora cifras y pide hacer un "ejercicio objetivo", porque "sobre qué vamos a referenciar". Asegura que el Consello dará unas cifras cuando termine la cosecha y después se harán las comparaciones pero "no vale referenciar a cualquier año" debido a otros fenómenos como jubilaciones, abandonos, relevo generacional, por lo que "no se pueden hacer las comparaciones a la ligera".

Mientras, algunos viticultores ya hablan de grandes pérdidas y aclaran que la mayor merma no se debió a la reciente granizada del mes de agosto sino más bien a las heladas de abril. Hay quien incluso perdió el 99 por ciento de su cosecha. Uno de ellos recuerda que la vendimia de 2016 no fue normal, ya que se vio afectada por el "mildiu", y aún así estima que la actual estará aproximadamente en un 25 por ciento menos a causa más bien de la helada. Apunta que este año en el Val do Avia solo se recogió poco más del uno por ciento.

Asegura que los daños por la piedra "apenas se vieron", ya que las bodegas abrieron a las 48 horas y "se vendimió en tiempo récord", pero "la helada fue devastadora".

Indica que la Administración no tiene la responsabilidad de estas incidencias meteorológicas, pero sí de no tomar las medidas pertinentes ante estos hechos. Incluso hay quien teme por la cosecha de 2018, "por como pueden ser las podas porque pueden haber restos de esporas en las vides y habría que tomarse medidas, y no hay gestos por parte de la Administración", como subvencionar el seguro agrario o sulfatos, ya que "ingresa mucho dinero a cuenta de este sector".

Por su parte, desde los sindicatos, Unión Agrarias apuntan que cuando acontecieron las heladas "nuestras previsiones de caída eran importantes", de hecho en un estudio por la helada se estimaba aproximadamente una cosecha de 6.5 millones de kilos. Ahora está a la espera de conocer los datos oficiales del Consello Regulador, pero aún así apuntan que "hay mucha menos uva, hay gente que de 12.000 kilos solo cogió 1.000 o menos".