La D.O. Ribeiro continúa con su campaña de recogida de uvas. No obstante por si con las heladas y el granizo no fuera suficiente para los viticultores, hubo quien a mayores recibió la visita nocturna de los ladrones a sus vides. Fue lo que le ocurrió a un viticultor de Toén al que le llevaron unos 3.000 kilos de uva de una variedad autóctona Treixadura, de alto valor añadido.

En lo que va de campaña es el único caso del que se tenga conocimiento oficialmente, según apunta el presidente del Consello Regulador, Juan Manuel Casares. Durante la reunión habitual en cada campaña de vendimia, que tuvo lugar la semana pasada con el Subdelegado de Gobierno, y los representantes de la D.O. y de los cuerpos de seguridad del Estado para montar los operativos de vigilancia del transito de los camiones de uva, se puso en conocimiento este primer caso de la campaña y "para que se tenga en cuenta en ese operativo de este tipo de hechos".

El afectado es un viticultor del municipio de Toén, que puso en conocimiento su caso para alertar y pedir que para la próxima vendimia se tomen más medidas, como por ejemplo que la Guardia Civil "pasee" un poco más por las zonas de viñedos y tome nota de matrículas por si ocurre alguna incidencia de este tipo", apunta el afectado. Pide "más presencia policial" y que si hay otros viticultores afectados que también denuncien, que lo hagan público. Destaca que "hurto siempre hubo".

En su caso fue hace cerca de 15 días, cuando llegó al viñedo y se encontró con parte vendimiado. Dice que lo hicieron de día ya que hubo personas que vieron por ahí coches pero pensaron que era por la vendimia y no sospecharon que fueran ladrones.

Este viticultor apunta que quien lo hizo "sabía de la calidad de la uva", y sospecha que por la cantidad sustraída podría ser para alguna bodega que debido a "una situación desesperada por no conseguir uva, encargó este robo". "La gente tiene una marca y tiene que mantener su cantidad de vino y clientela y toma medidas de este tipo", lamenta. Destaca que la helada ya le llevó el 70 por ciento de su cosecha, de unos 30.000 kilos, de los que solo le quedaban 10.000 que los tenía vendidos a 1.50 euros, y ahora ya son unos 3.000 kilos menos.

Mientras la vendimia continúa, con 73 bodegas abiertas y este lunes ya se contabilizaban 7.3 millones de kilos recogidos.