Los estudiantes de Secundaria, Bachillerato y enseñanzas de régimen especial volverán este viernes a las aulas de los 67 centros que imparten estos niveles en la provincia. Por el momento, hay matriculados un total de 12.989 alumnos, un centenar menos que el curso pasado. Aunque estas cifras no son definitivas y todavía podrían aumentar. La matrícula aún no está cerrada, pues muchos alumnos se enfrentaban en los últimos días a los exámenes de recuperación de septiembre. Además, también falta el cómputo del alumnado de Formación Profesional, en cuyos ciclos todavía está abierto también el plazo de matriculación.

Según los datos ofrecidos por la Consellería de Educación, cursarán en Ourense los cuatro niveles de la ESO, 8.665 adolescentes, 130 menos de los que estuvieron durante el curso 2016-2017. Su mayor parte, 5.475, lo harán en centros públicos, 3.004 en colegios concertados, y los 186 restantes estudiarán en colegios privados. Entre ellos, apenas un 4% no son de nacionalidad española, lo que supone una reducción en el número de alumnado extranjero que pasó de 368 alumnos en 2016, a 332 en la actualidad.

En cuanto al Bachillerato ordinario, lo estudiarán en Ourense desde este viernes 2.915 jóvenes, 81 menos que el curso pasado. Más del 80% están matriculados en la escuela pública. Los restantes, algo más de 550 estudiantes, lo hará en centros privados no concertados. Desciende también en los cursos de Bachillerato, el número de estudiantes nacidos fuera de nuestras fronteras, solo serán 57 en toda la provincia, frente a los 71 que hubo el año pasado.

En lo que se refiere a las enseñanzas de régimen especial, en las que se incluyen las básicas en nivel 1 y 2, la educación Secundaria para adultos, el Bachillerato presencial, su modalidad a distancia y también las enseñanzas no regladas, las matrículas han subido en más de un centenar, desde las 1.306 hasta 1.409 para este curso.

Lo mismo se puede decir del alumnado que llenará este año los conservatorios de música y centros autorizados, un total de 1028, 124 más que en 2016.

Por concellos

Para estas etapas educativas solamente se imparte docencia en 21 de los 92 concellos de la provincia. La mayoría de los alumnos, 7.539 se concentran en centros escolares de la capital. En el otro extremo se encuentra el municipio de A Gudiña, en cuyo único colegio, el CPI Laureano Prieto, hay matriculados solamente 18 alumnos de Secundaria. Tras el concello de Ourense, le siguen en número de alumnos Verín, O Barco de Valdeorras, O Carballiño y Xinzo de Limia, pero ninguno alcanza los 1.000 matriculados. Son modestas también las cifras en Castro Caldelas, con 26 alumnos, Carballeda de Valdeorras con 38, o San Cristovo de Cea, donde hay 40 estudiantes.

Tampoco superan el centenar en Maside, Padrenda o A Pobra de Trives, y apenas los superan en los centros de concellos como Bande, o Viana do Bolo.

La formación en Bachillerato para adultos en la que hay matriculadas 496 personas, únicamente está disponible en centros de tres concellos: Ourense, O Barco y O Carballiño. La oferta para el alumnado adulto que quiere estudiar la ESO, 530 matriculados, es más amplia y se ofrece en seis municipios, los tres en los que hay el Bachillerato, más Xinzo, Pereiro de Aguiar y Verín.

En el análisis de todos estos datos que realizan desde Comisiones Obreras, el sindicato destaca la "mala" situación del profesorado de la provincia para estos niveles, de los cuales un 26% tendrían afinidad. O lo que es lo mismo, está obligado a impartir asignaturas en las que no es especialista. Además, recuerdan que el cierre de las aulas de secundaria en el CPI Tomás de Lemos de Ribadavia, cuyos alumnos empezarán este viernes las clases en el IES O Ribeiro, habrían dejado 11 docentes desplazados y un centro de destino "masificado", con la consiguiente reducción en la calidad de la enseñanza.

Y aunque todavía no se han hecho públicas las cifras oficiales para los ciclos de Formación Profesional, desde CC.OO. aseguran que la matriculación en su categoría básica está sufriendo una pérdida de alumnos "espectacular" que podría llegar a alcanzar el 30%, con respecto al curso 2016-2017. La explicación a este fenómeno desde CC.OO. sería la "mala planificación de la oferta", en la que habría pocas opciones para este tipo de formación que es además la única medida de atención a la diversidad para los alumnos que no son capaces de superar la ESO.

En cuanto a los centros en los que se imparte la FP, desde CC.OO. aseguran que la Consellería busca "eliminar" la oferta educativa de este tipo en Celanova, donde la matrícula es baja. Sin embargo, y desde el punto de vista del sindicato, la Xunta no se preocupa por crear un plan que les permita recuperar alumnos, si no que "espera" a tener las cifras para poder cerrar.