Un total de 191 alumnos de la provincia, iniciaron ayer la primera jornada de exámenes de la convocatoria de septiembre de ABAU, el nuevo selectivo, en el campus de Ourense. Sin embargo, los que tengan en mente quedarse a estudiar en la ciudad no lo tendrán nada fácil. Hoy se cerrará el quinto plazo de matrícula y si los 122 estudiantes que está previsto que se matriculen lo hacen, no quedarían disponibles más que 35 plazas. Así, de los 17 grados que se ofertan, habría espacio en los tres de la facultad de Ciencias, y en los de Derecho, Turismo, Geografía e Historia, Enfermería y también Administración y Dirección de Empresas.

En esta última tiene la vista puesta Mario Fernández, un alumno de Salesianos que ayer compartía el primer descanso entre exámenes con otros tres compañeros de su colegio, después de haber completado la prueba de Lengua Castellana y Literatura. "Si tengo la suerte de que queden plazas en ADE para cuando pueda matricularme sería genial", comenta. Pero también es consciente de que las probabilidades juegan en su contra, por lo que también ha diseñado un plan b: "Si no consigo entrar haré un ciclo de Formación Profesional con la misma temática".

La idea es poder acceder a la enseñanza universitaria desde un FP. Son las mismas perspectivas de Julián López y Pablo Velasco, amigos de Mario y compañeros de clase también. Julián ha decidido estudiar Animación 3D y Pablo, Ingeniería Informática. Ellos ya saben casi con total seguridad que no irán este septiembre a la facultad, pero han logrado verle la parte positiva de su situación. "Desde el punto de vista práctico, la Formación Profesional es mucho más completa, y eso ayuda mucho", reconocía Julián. Este joven, al igual que Pablo, pretende que su paso por un ciclo formativo le facilite la entrada en la universidad que es "el objetivo final ya que obtener el título es importante", explica.

Este grupo de amigos no consiguió superar todas las asignaturas el junio pasado y por eso se han visto obligados a presentarse al selectivo en su convocatoria de septiembre. "No es la situación ideal, y menos cuando te quedan solo una o dos", explicaba Pablo Velasco. "Al final, te acabas centrando en las materias que te han quedado pendientes y apenas te queda tiempo para darle un repaso al resto", reconocía el joven.

A pesar de saberse en situación de desventaja con respecto a los alumnos que superaron estas pruebas hace tres meses, estos estudiantes se mostraban aliviados después del examen de Lengua. "Para lo que te puedes esperar de un examen de ABAU, me ha parecido fácil", comentaba Julián. Y el resto parecía estar de acuerdo.

"La verdad es que venimos bastante preparados y con muchas ganas", confesaba confiado David Ferreiro, otro amigo del grupo, que quiere estudiar Arquitectura Naval e Ingeniería Marítima, en Cádiz. Él tampoco sabe si su sueño se cumplirá este año, pero tiene claro que el curso 2017-2018 no será sabático: "Algo estudiaré", aseveraba.

A mediodía, justo después del descanso, llegaba el examen de Historia de España, el que más les preocupaba. "No es que sea difícil de entender o estudiar, pero son tantos datos que siempre tienes miedo de que se te olvide algo", razonaba Mario Fernández.

Para ayudarles a afrontar el miedo al examen de Historia y llamar a la buena suerte, Julián y Pablo reconocían llevar con ellos algún que otro amuleto. "Yo llevo siempre mis pulseras", explicaba Pablo mirándose la muñeca. Julián aseguraba necesitar solo una: "Fue un regalo de mi novia y desde que me la puse me ha dado mucha suerte", indicaba mientras se remangaba para mostrarla.

Estos casi 200 jóvenes ourensanos continuarán durante hoy y mañana con las pruebas cuyos resultados decidirán su futuro académico, al menos para el próximo curso.