El burro que apareció abandonado en los montes de Trevinca a mediados de agosto se llamará Arturo y tendrá una nueva vida en Santiago, en el refugio de la sociedad animalista Vacaloura Santuario Animal. Es la única entidad que ayer se presentó a la puja en el Concello de Viana do Bolo, un acto público en el que se subastaba, más que al animal, su futuro. No se fijó precio de salida por lo que la representante de la protectora ofreció un céntimo de euro, una "cantidad simbólica" que evita el sacrificio del burro.

El equino apareció abandonado en los montes de Ramilo y hasta ayer estuvo en una finca particular atendido por los vecinos, sin que nadie lo reclamase o se interesase por él. Carecía de identificación electrónica, por lo que el Concello optó por organizar una subasta antes de recurrir al sacrificio del animal.