"Ahora los vales de material escolar de la Xunta se pueden canjear hasta en los chinos y es legal", afirma la presidenta de la Asociación de Libreros de Galicia, Pilar Rodríguez, en relación a un inicio de curso escolar distinto, en el que a problemas ya enquistados, como el intrusismo que mantienen pese a la sentencias condenatorias, un colegio religioso de la capital que sigue vendiendo directamente los libros escolares a sus alumnos, se suma la incertidumbre de las nuevas modalidades de préstamo y donación de libros. "A estas alturas aún hay muchos pedidos por hacer porque la mayoría de los padres no saben cuántos libros tendrán que comprar a sus hijos y cuántos serán cedidos", indica la presidenta de los libreros gallegos.
Así, mientras en las trastiendas de las librerías se acumulan algunos de los pedidos y las grandes superficies se han incorporado todos los avales a la venta de los libros de texto, "la realidad no es tan idílica, pues los libreros solo tenemos claras las ventas en preescolar, primero y segundo de Primaria; a partir de ahí estamos pendientes de los libros que donan los centros, los libros en préstamo".
Los daños a las librerías de Ourense son grandes, pues el colegio religioso que incumple, "tras la sentencia firme que le prohibía vender libros de texto a sus estudiantes en el propio colegio y sin pagar impuestos por esta actividad, ha optado por seguir haciéndolo pero ahora a través de internet", indica Pilar González, propietaria de dos librerías urbanas: Padre Feijóo y Platero. "La situación ha cambiado, denuncias contra el intrusismo como la que presentamos en su día la hicimos cuando el sector está fuerte; ahora, aunque la venta por internet es también ilegal, solo podemos apelar a los ciudadanos", afirma para que acudan al negocio local de calidad, la librería.
